La Fiscalía de Estambul ha abierto este miércoles un proceso contra 20 ciudadanos saudíes, entre ellos dos ex altos cargos de la monarquía wahabí, a los que acusa de estar implicados en el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi, en octubre de 2018.
En el texto de la acusación, publicado hoy en la web de la delegación de Justicia de Estambul, la Fiscalía considera responsables de “instigar la planificación de un homicidio premeditado con tortura salvaje” a dos ex asesores del príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman.
Uno de ellos es el General Ahmad Asiri, en el momento del crimen vicedirector de los servicios secretos saudíes, y el otro Saud al Qahtani, que ya fue investigado por el asesinato de Khashoggi en Arabia Saudí, pero absuelto por falta de pruebas.
Además, la Fiscalía turca acusa de “homicidio premeditado con tortura salvaje” a 18 ciudadanos saudíes que supuestamente estuvieron presentes en el consulado donde tuvo lugar el asesinato de Khashoggi.
La Fiscalía señala que llega a esta conclusión después de rastrear huellas en el edificio del consulado, comparar imágenes de cámaras de vigilancia e investigar el tráfico de comunicaciones telefónicas, los datos del portátil de Khashoggi y dos teléfonos móviles suyos, además de interrogar a 54 testigos.
Agrega que ha tramitado las correspondientes solicitudes de captura y extradición de los acusados a través de Interpol y Europol, así como directamente a Arabia Saudí.
La Fiscalía ya había pedido en diciembre de 2018 el arresto de Asiri y Qahtani y ambos fueron destituidos de sus cargos en su país a raíz del escándalo, pero no condenados.
En el escrito de acusación, el Fiscal confirma que Khashoggi fue asesinado “mediante asfixia” y que su cuerpo fue descuartizado para hacerlo desaparecer, pero no ofrece más detalles al respecto.
Khashoggi, un periodista durante mucho tiempo cercano a la monarquía saudí que en los últimos años había manifestado cierta disidencia, fue asesinado el 2 de octubre de 2018 en el consulado de su país en Estambul, al que entró para recoger documentación que necesitaba para casarse con su prometida turca, Hatice Cengiz.
Según las filtraciones publicadas por la prensa turca en su momento, un equipo de sicarios llegados desde Riad torturó a Khashoggi, lo mató asfixiándolo con una bolsa de plástico y acto seguido descuartizó el cadáver para hacerlo desaparecer, si bien no se ha aclarado de qué manera.