Ciudad de México, 21 de febrero (SinEmbargo).- Con el grito: “¡queremos vivir!, ¡queremos vivir! , un grupo de al menos 100 mujeres protestan este viernes frente a Palacio Nacional y ante las oficinas del Gobierno de la Ciudad de México para exigir a la Secretaría de Salud que elInstituto de Salud para el Bienestar (Insabi) mantenga el subsidio que el Seguro Popular daba a la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam).
En las cartulinas de mujeres de la tercera edad y otras más jóvenes se leen exigencias como “un Gobierno democrático no mata a los enfermos de cáncer”. Las mujeres esperan a que inicie la reunión que cinco de sus representantes tendrán con funcionarios de la Secretaría de Salud y que acordaron ayer luego de que protestarán y cerrarán por una hora el tramo de Calzada de Tlalpan cercano a la Fucam. Las manifestantes juntarán firmas para entregarlas en la reunión.
“La fundación atiende a cerca de 8 mil 300 pacientes y cada año recibe mil 500 casos nuevos de cáncer de mama, esa es la población que se vería afectada”, dijo Alberto Tenorio, director del Área Investigación y Enseñanza y parte de la directiva médica de la Fucam, en entrevista con SinEmbargo.
Desde 2005, la fundación atendía de forma gratuita a beneficiarias del Seguro Popular por una alianza que tenía con el Gobierno federal, misma que terminó cuando el Seguro Popular fue reemplazado por el Insabi, el 1 de enero de este año.
Ayer, la Fucam explicó en un comunicado que desde esa fecha financiaron los tratamientos de pacientes con la esperanza de concretar un convenio que no se alcanzó, por lo que agotó todos sus recursos y anunció que “se ve obligada a frenar la gratuidad (en el servicio), ya que se carecen de insumos y medicamentos para este tipo de atención”.
Araceli tiene cáncer de mama de etapa tres –una de las más avanzadas–, doctores detectaron la enfermedad en junio de 2019. Para septiembre seguía sin recibir su primera quimioterapia en el Centro Estatal de Cancerología (CECAN) de Xalapa, Veracruz, por lo que decidió viajar a la Ciudad de México para atenderse en la Fucam. Ahí inició su tratamiento en menos de 20 días y de forma gratuita por tener Seguro Popular. Después de que la Fucam anunció que cobrará todos sus servicios porque no logró un acuerdo con el recién creado Instituto de Salud para el Bienestar, Araceli teme que su padecimiento y el de las mujeres atendidas en la organización se agravará, pues serán remitidas a hospitales públicos saturados. La directiva de Fucam confirmó que serán miles las personas afectadas.
La noticia generó protestas de mujeres en redes sociales y afuera de Fucam, por lo que la Secretaría de Salud (SS) justificó la decisión con su interés por “garantizar la atención sin intermediarios”. Dijo que de 2017 a 2019 el Gobierno pagó a Fucam más de 776 millones de pesos para atender el cáncer de mama y aseguró que la fundación se comprometió con el Insabi a seguir atendiendo a quienes recibían tratamientos, pues estos “ya están cubiertos por el Gobierno Federal”.
Pero pacientes como Araceli aún están en la incertidumbre. La mujer de 45 años de edad acudió ayer a la Fucam a recibir la novena de las 15 radioterapias que tiene programadas luego de que más de seis quimioterapias no lograron reducir el tumor que tiene en su mama derecha. Al llegar le dijeron que una vez terminadas las radioterapias tendrá que financiar las siguientes etapas del tratamiento, pero ella ni su familia tienen la solvencia económica para hacerlo.
“Después de mis radioterapias me dirán si el tumor es menor, si eso pasa entonces podrían hacerme una mastectomía, luego vendrían una serie de revisiones para que los doctores comprueben que efectivamente se quitó. Me explicaron que voy a necesitar fisioterapia y cuidados porque perderé movilidad en el área que comunica el pecho con el brazo. También voy a necesitar un tratamiento hormonal, pastillas, y unas vacunas cada cierto periodo para que el cáncer no regrese. Todo eso sería gratuito, ahora no sé qué va a pasar”, explicó a este diario digital.
El especial Alberto Tenorio detalló que por un tiempo aún podrán llevar los gastos de servicios como radioterapias porque la Fucam – que también recibe donativos de empresas privadas- es dueña del equipo que usan, pero las quimioterapias no, “dependen de un proveedor externo y es nuestro principal problema, por eso se cobrarán”.
Araceli vive en Orizaba y desde hace cinco meses viene a la capital del país para atenderse. Espera que la SS cumpla con lo que afirmó, que “ninguna mujer con cáncer se quedará sin tratamiento”. Ella y otras mujeres cerraron ayer un tramo de Calzada de Tlalpan para exigir que el Insabi cubra los mismos servicios que el Seguro Popular, incluyendo brindar recursos a la Fucam. Esta tarde se manifestarán afuera de Palacio Nacional mientras una comitiva de cinco mujeres se reunirá con representantes de la Secretaría y del Insabi.
“Muchas mujeres llegan diariamente a la Fucam desde todos los estados de la República. Van porque no tienen recursos para pagar los tratamientos, varias trabajan en el campo y no podrán pagar sus quimioterapias. Es desesperante porque muchas están como yo, con un cáncer muy agresivo que no quiere ceder y requerimos un tratamiento tras otro porque de eso depende la vida y sí: ¡queremos vivir, estamos luchando por vivir!”, expuso Araceli.
La Fucam explicó que las pacientes beneficiarias del Seguro Popular recibirán un resumen de su expediente médico y su caso se derivará al Instituto Nacional de Cancerología, al Hospital Juárez o al Hospital General de México.
Sin embargo, el doctor Tenorio reconoció estar preocupado porque al tener que cobrar los servicios, más mujeres no tendrán otra opción que acercarse a instituciones médicas públicos que aunque cuentan con el equipo necesario tienen una alta demanda. Explicó que los tiempos en el tratamiento contra el cáncer de mama no deben posponerse porque son vitales.
“Lo que hacía la fundación era dar un tratamiento integral y tenía contemplados esos tiempos entre la cirugía, la quimioterapia, la radioterapia y el tiempo de vigilancia. Siempre se cumplía con con los tiempos. Esperamos que el Gobierno prevea eso”, dijo.
En ello coincidió Araceli y temió que medicamentos que la Fucam le otorgaba de forma gratuita ahora deba pagarlos. Ella y otras pacientes han preguntado por medicamento en otros lugares y cuestan más de 2 mil pesos. “Hay vacunas que les ponen a mis compañeras cuando les hacen mastectomía que son muy caras: rebasan los 20 mil pesos, y en la organización se las ponen sin costo. Nosotras no podemos pagarlas”, contó.
Araceli y el doctor Tenorio lamentaron que la atención a esta enfermedad parece no ser prioridad del Gobierno federal pese a las cifras que se conocen. De acuerdo con el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, el cáncer de mama es la primera causa de muerte en mujeres en edad laboral en el país y cada día termina con la vida de entre 10 y 12 de ellas.
El doctor Tenorio abundó que se estima que cada año se registran alrededor de 26 mil casos nuevos de cáncer de mama en todo el país. Por ello reiteró que la Fucam está dispuesta a seguir dialogando con la Secretaría de Salud.
Mientras que la exigencia de Araceli y otras pacientes de la Fucam es que se les garanticen sus tratamientos mediante la organización que las ha atendido, a algunas durante años, pues la Fucam contempla un tratamiento de seguimiento por hasta cinco años.