Vendiendo burritos de machaca y huevo con chorizo a escondidas en su escuela, es como Ángel logró comprar e instalar una carreta para vender comida al exterior de su casa, en Caborca, donde ofrece quesadillas, hamburguesas y los famosos dogos.
A sus 16 años, el jóven cuenta que siempre le gustó ganarse su propio dinero, ser una persona independiente de manera económica y aminorar un poco los gastos de su familia, al tener cinco hermanos más.
“Yo pienso que si trabajas obtienes lo que quieres y que lo que pasa por tu mente pasa por tu vida, entonces en algún momento pasó por mi cabeza tener una carreta y no se pudo porque no encontré ninguna en la ciudad.
Hasta ahora recordé que una tía tenía una y así es como empiezo. Ya que tuve la carreta, tuve que juntar dinero para poder abrirla y empecé en la escuela vendiendo burritos a escondidas”.
Ángel Álvarez tiene poco más de una semana de haber decidido abrir su propio negocio, dice que uno siempre debe estar preparado para alguna emergencia o desde jóvenes aprender a generar ingresos para un futuro.
Sin importar que de repente se vuelva complicado combinar un trabajo con los estudios, sabe que debe ser constante y está decidido a continuar preparándose en la escuela pero también en la vida.
La carreta de comida de Ángel se ubica sobre la calle 16 entre Mártires y Zapata, y abre todos los días de la semana desde las 6:00 de la tarde hasta las 11:00 de la noche.
A pesar d su corta edad tiene claro lo q quiere y sin duda alguna alcanzara su meta tiene lo mas importante …Ganas..