En mi periplo de estudios, siempre me llamo más que otras disciplinas la filosofía, su enfoque e importancia, en especial el concepto de “moral turpitude”, es un precepto anglosajón que puede traducirse al español como “bajeza moral”, sumamente profundo e interesante, de vital relevancia para cada persona de bien y el verdadero cambio.
La indecencia y bajeza moral es algo que pasamos por desapercibido, es violentar principios y valores, eso nos ha pasado en México en los últimos sexenios, en especial que es lo más grave, por el pésimo desempeño de los presidentes, de crueldad infinita, haciendo una práctica inconsciente de ello, se volvió parte de nuestro comportamiento social, de la corrupción y derroche, ya bien hablemos de ciertos políticos, gobernantes, “servidores públicos”, empresarios o ciudadanos en general, una contaminación y colusión total.
Nuestro comportamiento y actitudes como ciudadanos
La bajeza moral, es un comportamiento ofensor y ofensivo, delincuencial y criminal, se vuelve parte de nuestras actitudes y acciones, de nuestro lenguaje, es el “permisivismo consuetudinario”, plagado de relativismo, sin duda forma parte y está implícito en la personalidad de cada uno de nosotros, es cognitivo conductual, que amalgama esa bajeza moral en nuestro conocimiento, razonamiento y comportamiento, eso sufrimos como sociedad, esto se evidencio no solo en la grave y rampante corrupción, sino en el crimen organizado impulsado “por los de arriba” que destruyo la seguridad pública y social.
Por lo anterior cada uno de nosotros tenemos una imagen y reputación frente a los demás, uno se da cuenta en quien puede confiar o no (cada vez más pocos), en quien o quienes son nuestros amigos de verdad o no, al entender la bajeza moral reconocemos a nuestros enemigos, identificamos a los “malandros (as)”, percibimos a los políticos corruptos, a los buenos también, a las personas de bien, a los humildes, a los mentirosos, abusones o a los “jodidos y cabrones” con todo respeto, en el más amplio sentido de las palabras.
No solo lista de sueños y buenos deseos
Este año nuevo 2020, no hay que hacer una larga lista de buenos deseos, sabemos nuestros defectos, más que solo los propósitos tradicionales como bajar de peso, aprender más, tener trabajo, dinero o poder, debemos hacer un examen a fondo, a conciencia, de nuestro comportamiento, nosotros mismos no nos podemos engañar (salvo casos extremos, o de aquellos que viven como el tío Lolo, haciéndose…), ya hay demasiados dañistas e inconscientes, no nos sumemos a ellos…. ¡cambiemos de verdad!….
Al final nosotros tenemos la decisión, tenemos el libre albedrio para bien o para mal, por ello lo importante de este inicio de año, debemos concretar lo positivo, debemos entender que así como somos capaces de hacer lo peor como sociedad, también y siempre podemos elegir hacer lo mejor, todo aquello edificante, bueno y constructivo, vivir alejados de la corrupción, es decir transformarnos para bien y no quedarnos solo ¡¡¡en buenos deseos!!!!
Conclusión
Este año nuevo mi mejor deseo para usted y su familia es entender el concepto de “moral torpitude”, que es la peor de las corrupciones, evitarla, este país ¡está harto de ello!, para practicar principios y valores, en especial humildad, buscar la felicidad, con trabajo intenso, sobre todo les deseo salud física y mental, les aseguro que si logramos eso, los problemas personales, familiares, de su empresa o negocio, ¡de México!, sin duda desaparecerían, terminarían “como por arte de magia”….
¡Feliz año nuevo 2020!.
“Porque, en verdad, el espectáculo ha sido inaudito, ha superado la brutalidad, en desfachatez, en declaraciones indignas, los peores instintos, las mayores bajezas jamás confesadas por la bestia humana” (Emile sola)
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