La Selección Mexicana Femenil Sub-17 cerró con buen sabor de boca su participación en el Mundial de Marruecos al arrebatarle a Brasil el tercer lugar en una dramática tanda de penales (3-1), luego de empatar 1-1 en el tiempo regular en el Estadio Olímpico de Rabat.
El duelo comenzó con sustos para México: al minuto 9, la brasileña Evelyn estremeció el poste del arco defendido por Valentina Murrieta, en la llegada más clara del primer tiempo. El conjunto dirigido por Miguel Gamero tuvo dificultades para generar peligro, y el marcador se mantuvo sin movimiento al descanso.
En la segunda mitad, un pase comprometido de Stella Barajas a su portera casi termina en desastre, aunque María, del conjunto sudamericano, no logró concretar. El partido se mantuvo parejo hasta el minuto 78, cuando Kaylane aprovechó un balón filtrado por el costado izquierdo y puso el 1-0 para Brasil.
Cuando parecía que todo estaba perdido, México reaccionó con determinación. Una falta al borde del área provocó la intervención del VAR, que confirmó el tiro libre a favor del Tri. El cobro terminó en tragedia para Brasil, ya que Evelyn, al intentar despejar, envió el balón a su propia portería para el empate 1-1 al minuto 85.
En la definición desde los once pasos, Murrieta se convirtió en la figura del encuentro al detener un penal en dos tiempos. El VAR revisó la jugada y determinó que el balón no cruzó completamente la línea. Con esa atajada clave y tres ejecuciones acertadas, México se impuso 3-1 y se quedó con el tercer lugar del Mundial Femenil Sub-17.
Entre aplausos y al ritmo del Son de la Negra, las jugadoras mexicanas celebraron un triunfo histórico que confirma el crecimiento del futbol femenil en el país.



