Por José Fidel Ramírez Jiménez | MDF
En un mundo cada vez más consciente de los límites de los recursos naturales y los desafíos ambientales, las finanzas públicas se han convertido en una herramienta fundamental para impulsar el desarrollo sustentable. Este concepto, que busca equilibrar el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente, requiere de una gestión financiera pública eficiente, transparente y orientada hacia objetivos de largo plazo. En este artículo, exploraremos cómo las finanzas públicas pueden ser un motor para el desarrollo sustentable, analizando los retos y las oportunidades que enfrentan los gobiernos en este ámbito.
El rol de las finanzas públicas en el desarrollo sustentable
Las finanzas públicas se refieren a la gestión de los ingresos y erogaciones del Estado, incluyendo la recaudación fiscal y los demás ingresos públicos, así como la asignación de recursos y la inversión en bienes y servicios para beneficio colectivo. En el contexto del desarrollo sustentable, su papel es fundamental por varias razones:
1. Por la inversión en infraestructura sostenible: Los gobiernos pueden dirigir recursos hacia proyectos de infraestructura que reduzcan el impacto ambiental, como energías renovables, transporte público eficiente y sistemas de gestión de residuos.
2. Por la promoción de la equidad social: A través de políticas fiscales progresivas y programas sociales, las finanzas públicas pueden reducir las desigualdades y garantizar que los beneficios del crecimiento económico lleguen a todos los sectores de la población.
3. En la protección del medio ambiente: Los impuestos verdes o ecológicos, los subsidios a prácticas sostenibles y la inversión en conservación de ecosistemas son herramientas financieras que pueden alinear los intereses económicos con la protección ambiental.
4. En la estabilidad económica a largo plazo: Una gestión financiera pública responsable y orientada al desarrollo sustentable puede evitar crisis económicas derivadas del agotamiento de recursos naturales o de desastres ambientales.
A pesar de su potencial, la implementación de finanzas públicas para el desarrollo sustentable enfrenta varios desafíos, entre ellos tenemos:
1. La falta de recursos: Muchos países, especialmente en economías emergentes, carecen de los recursos financieros necesarios para invertir en proyectos sostenibles. Esto se agrava por la evasión fiscal y la corrupción, que limitan la capacidad recaudatoria del Estado.
2. Los ciclos políticos: La temporalidad de los períodos políticos suelen priorizar resultados inmediatos, lo que dificulta la implementación de políticas de largo plazo necesarias para el desarrollo sustentable.
3. La compleja coordinación entre sectores: El desarrollo sustentable requiere la colaboración entre diferentes áreas del gobierno, como economía, medio ambiente y salud, lo que puede ser complicado de coordinar.
4. La resistencia al cambio: La transición hacia prácticas sostenibles puede enfrentar resistencia por parte de sectores económicos que dependen de modelos contaminantes o extractivos.
Para superar estos retos, los gobiernos pueden adoptar diversas estrategias:
1. Establecer impuestos ecológicos y subsidios sostenibles: Implementar impuestos sobre actividades contaminantes (como las emisiones de carbono) y subsidiar prácticas ecológicas (como la agricultura orgánica o la energía solar) puede incentivar un cambio hacia la sostenibilidad.
2. Establecer estímulos fiscales y programas para la inversión en Innovación y Tecnología: Las finanzas públicas pueden apoyar la investigación y el desarrollo de tecnologías limpias, así como la digitalización de los servicios públicos para mejorar su eficiencia.
3. Alianzas público-privadas: Fomentar la colaboración entre el sector público y el privado puede movilizar recursos adicionales para proyectos sostenibles.
4. Transparencia y participación ciudadana: Involucrar a la ciudadanía en la toma de decisiones y garantizar la transparencia en el uso de los recursos públicos puede aumentar la confianza y el apoyo a las políticas de desarrollo sustentable.
5. Cooperación Internacional: Los países pueden acceder a fondos internacionales, como los proporcionados por el Fondo Verde para el Clima, para financiar proyectos sostenibles. Además, la cooperación entre naciones puede facilitar el intercambio de conocimientos y mejores prácticas.
Algunos países han demostrado que es posible alinear las finanzas públicas con el desarrollo sustentable, tal es el caso de Costa Rica donde se ha invertido en la conservación de sus bosques y en energías renovables, logrando que más del 98% de su electricidad provenga de fuentes limpias; también en Suecia donde a través de impuestos sobre el carbono y una fuerte inversión en transporte público este país ha reducido significativamente sus emisiones de gases de efecto invernadero.
En conclusión, las finanzas públicas son un instrumento enérgico para impulsar el desarrollo sustentable, pero su éxito depende de una visión clara, una gestión eficiente y la voluntad política para priorizar el bienestar de las generaciones futuras. En un mundo que enfrenta desafíos sin precedentes, como el cambio climático y la desigualdad, es imperativo que los gobiernos utilicen sus recursos de manera estratégica y responsable. Solo así podremos construir un futuro en el que el crecimiento económico, la justicia social y la protección ambiental vayan de la mano.
El autor es Contador Público Certificado. Expresidente del Colegio de Contadores Públicos de Sonora. Consultor de negocios. Integrante de la RED HCV.
