Suzie Cheikho fue despedida por fingir que trabajaba cuando realmente no lo hacía, en la modalidad de home office.
Usando una tecnología de registro de pulsaciones del teclado fue como se dieron cuenta que la mujer no estaba trabajando.
Ella trabajaba en una empresa de seguros en Australia y cuando sospechaban que Suzie no laboraba en lo que le correspondía, fue que instalaron un programa para verificar que sí estaba realizando sus actividades estando en home office.
Suzie creaba documentos de seguros, cumplía con plazos reglamentarios y supervisaba el cumplimiento del trabajo desde su casa.
Sin embargo, la despidieron por no estar disponible en muchas ocasiones y por no completar una tarea finalizó con una multa para la empresa.
Le advirtieron sobre su rendimiento y la pusieron en un plan de mejora en donde monitorear su actividad en la computadora por 49 días hábiles.
En plan consistía en examinar las veces que presionaba las teclas de su computadora.
En 49 días, Suzie comenzó tarde 47; terminó más temprano de su horario en 29 y no trabajó en 4 días.
Cuando estaba en línea, tuvo cero pulsaciones en 117 horas en octubre, 143 en diciembre y no cumplió con las horas de trabajo requeridas.
Aunque Suzie dijo que no era justo que la despidieran, refirió que ese bajo rendimiento fue por problemas personales.
“Estoy atravesando muchas dificultades personales que han afectado mi salud mental, y lamentablemente, creo que esto ha impactado mi rendimiento y trabajo”, expresó.