SAN FRANCISCO (AP) — Un tribunal de apelaciones de Estados Unidos permitió el jueves que se mantenga en vigor temporalmente una norma que restringe el asilo en la frontera sur.
La decisión supone una importante victoria para el gobierno del presidente Joe Biden, que había argumentado que la norma es crucial para sus esfuerzos por mantener el orden en la frontera entre Estados Unidos y México.
La nueva norma dificulta enormemente que las personas reciban asilo en Estados Unidos a menos que primero soliciten protección en un país por el que pasen en su camino hacia Estados Unidos o presenten su petición por internet. Incluye margen para excepciones y no se aplica a los niños que viajan sin la compañía de familiares adultos.
La decisión de la Corte de Apelaciones del 9º Circuito concede la suspensión temporal de una decisión de un tribunal de menor instancia que había determinado que dicha política era ilegal y había ordenado al gobierno que pusiera fin a su uso antes del próximo lunes.
El gobierno acudió rápidamente al tribunal de apelaciones para pedir que se permitiera seguir aplicando la norma mientras se dirime su legalidad en las cortes.
El panel de tres jueces falló 2-1 a favor de la solicitud del gobierno. También señaló que agilizaría la audiencia de la apelación.
Se tiene previsto que ambas partes entreguen sus argumentos a la corte para mediados de septiembre, y que la audiencia se realice en una fecha aún no especificada, lo que significa que habría un proceso relativamente rápido para revisar el caso.
Los jueces William Fletcher y Richard Paez, ambos designados por el expresidente Bill Clinton, estuvieron a favor de que la norma siga en vigor, pero no dieron ninguna razón para su decisión.
El juez Lawrence VanDyke, que fue nombrado por el expresidente Donald Trump, disintió.
En su disenso, VanDyke pareció estar de acuerdo con la legalidad de la norma en teoría, pero dijo que era poco diferente de las normas anteriores implementadas por el gobierno de Trump que fueron rechazadas por el mismo tribunal de apelaciones cuando Trump estaba en el cargo.
Insinuó que los jueces se vieron motivados a conceder la suspensión porque temían que, si el caso llegaba hasta la Corte Suprema, el máximo tribunal estadounidense lo hubiera hecho en su lugar.