Hermosillo, Sonora.- En los últimos años se ha marcado la tendencia de ‘humanizar a los animales’, es decir, verlos como si fuesen personas, provocando una alteración de su instinto.
Acciones como darle de comer en la mesa, vestirlo u ofrecerle alimento humano, pueden ser señal de maltrato animal.
Lo anterior se denomina como antropomorfismo, es la facultad de darle cualidades o rasgos humanos a un animal y, por lo general, esta acción proviene de un vacío emocional que el propietario de la mascota necesita llenar.
Para comprender este proceso emocional, la psicóloga Myreya Amavizca explicó que hay personas quienes se aferran al amor honesto, solidario y fiel de un perro que forma parte de una manera humana dentro de la familia.
“Cuando es desmesurado a su perrito y no considera la relación humana, si esa persona nada más es capaz de ofrecérselo a su mascota, sería una cuestión de atención”, puntualizó Amavizca.
Y mencionó que la falta de empatía de las personas recae en maltrato animal pese a los sentimientos de amor por la mascota, ya que las necesidades humanas por llenar un vacío emocional invisibilizan las necesidades físicas y biológicas de un perro.
En ese sentido, el entrenador canino Saúl Pablos, dijo que el ego de las personas ignora de manera inconsciente la relación humano-perro.
“Nosotros al eludir su naturaleza bajo conceptos que nada tienen que ver con el perro, tienen más que ver con los humanos, es dónde comienza la distorsión… es una especie de maltrato cuando nuestra interacción con ellos no es propia de su especie. Cuando sobrepasa la realidad del perro es cuando puede llegar a ser lacerante”, mencionó.
Entre los beneficios de la relación humano-perro, se encuentra la generación de oxitocina, hormona del placer, tanto en ambos. Además, el generar apegos seguros con las mascotas incrementa la calidad de vida de ambos y mejora la relación entre ellos y otros individuos.
En Latinoamérica, el 95% ven a sus mascotas como hijos o parte de sus familias, según un sondeo hecho en 2018 por World Animal Protection con más de 10 mil dueños de perros.
Lo anterior confirma que los perros, más que mascotas, son como sus hijos o, al menos, parte de su familia.
Entonces, ¿qué acciones son positivas o negativas para mi perro?
Saúl Pablos compartió una serie de actividades perjudiciales como: no desarrollar habilidades sociales en el perro desde una edad temprana, o tenerlo encerrado dentro de casa con el aire encendido, ya que evita su desarrollo cognitivo.
Además, brindarle comida de humanos sin tomar en cuenta sus necesidades fisiológicas y los alimentos dañinos para canes como la sal, la cebolla o el chocolate, recae en maltrato por ignorancia.
Sin embargo, hay algunas actividades que puedes realizar con tu perro tomando en cuenta algunas restricciones:
- Dormir con él es muy positivo si el perro no tiene problema con también dormir en una habitación distinta fuera de la casa.
- Celebrar su cumpleaños, siempre y cuando sea repostería canina, apta para su sistema digestivo.
- Salir a pasear, en Hermosillo existen lugares pet friendly adaptados para la sana convivencia entre perros.
- Dejarlo explorar fuera de la casa bajo supervisión.
El tema del antropomorfismo está estrechamente relacionado al contexto donde vive el perro: la actitud de su propietario y sus vacíos emocionales, la casa donde vive, entre otros factores, por lo que si tu mascota ladra mucho, muerde los muebles o ‘marca territorio’ dentro de casa, el problema podría no ser ella, sino el dueño.
Para una consulta personalizada de “educación canina” puedes contactar al entrenador canino Saúl Pablos al 66 21 31 51 17.