Por Maria Ortiz de La Opinión
Las cifras preliminares de muertes por la destrucción ocasionada por el huracán Ian en Florida se elevan al menos a 15, según varios medios como CNN, que ha hecho un balance este jueves con base en informaciones de autoridades locales, aunque el gobernador estatal, Ron DeSantis, señaló hoy que se espera más “mortalidad”, sin dar cifras.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que hasta el momento se han realizado al menos 700 rescates, en su mayoría por aire, que involucran a la Guardia Costera de EEUU, la Guardia Nacional y equipos urbanos de búsqueda y rescate.
Según CNN, en el suroeste y centro de Florida al menos 15 personas fueron reportadas muertas hasta ahora debido al huracán.
En el condado de Charlotte, donde se sitúa la localidad de Punta Gorda, se produjeron “al menos ocho o nueve muertes”, dijo CNN citando a un funcionario local, el comisionado (concejal) Joseph Tiseo, que se ocupa del quinto distrito de este condado.
El condado de Charlotte está ubicado en la costa oeste de Florida y muy cerca de la zona donde Ian tocó tierra el miércoles con categoría 4.
También “se cree” que unas cinco personas murieron en el condado de Lee, contiguo a Charlotte y donde se encuentra Fort Myers, donde al parecer ocurrieron las mayores inundaciones y pérdidas de viviendas.
El alguacil de Lee, Carmine Marceno, dijo en redes sociales que están “devastados” por las consecuencias de Ian.
Marceno realizó un recorrido aéreo por el condado de Lee este jueves por la mañana para comenzar a evaluar los daños causados por Ian y mostró imágenes con grandes daños estructurales e inundaciones en toda el área.
El condado de Sarasota (oeste) informó por su parte dos muertes relacionadas con el huracán, dijo a CNN la alguacil Kaitlyn Pérez, quien añadió que su oficina no tenía detalles adicionales sobre dónde ocurrieron los fallecimientos o información sobre las personas que perdieron sus vidas.
Por otra parte, una persona que estaba en cuidados paliativos murió en el condado de Osceola (centro de Florida), según recoge CNN citando al director de Manejo de Emergencias, Bill Litton.
Además, otra de las posibles víctimas es un hombre de 72 años de la localidad de Deltona, al noreste de Orlando, quien pereció la madrugada de este jueves tras caer a un canal mientras vaciaba su piscina en medio de la intensa lluvia, según informó la Policía del condado de Volusia, en el centro de Florida.
En conferencia de prensa este jueves por la noche desde Tallahassee, la capital del estado, DeSantis dijo: “Esperamos mortalidad, pero las cifras llegarán a lo largo de los próximos días”.
Los residentes de Florida que evaluaron los daños causados por la tormenta el jueves encontraron edificios derrumbados, inundaciones en curso, líneas eléctricas caídas y caminos intransitables, incluido un puente clave que conecta las islas de Sanibel y Captiva con la costa del condado de Lee que se derrumbó en parte.
Esta misma jornada, en la localidad de Punta Gorda, en la costa oeste de Florida, una de las áreas más afectadas, DeSantis mostró optimismo por la pronta llegada de ayuda desde otros estados, pero no ofreció información sobre fallecimientos a causa directa del ciclón.
Por otra parte, los estimados de pérdidas materiales aseguradas oscilan “ampliamente” entre 30 mil 000 y 50 mil 000 millones de dólares, según proyectan modeladores de riesgo de catástrofes como Fitch Ratings.
Esto excluye las reclamaciones al Programa Nacional de Seguros contra Inundaciones, según el medio Sun Sentinel.
Los daños sufridos en la carretera que une a Sanibel y Captive con Fort Myers pueden apreciarse en el siguiente video:
Las aseguradoras de propiedad y accidentes que operan en Florida recién comienzan “el esfuerzo masivo” de evaluar los daños dejados por el huracán Ian a través del suroeste y centro de Florida entre el miércoles y este jueves.
Es posible que las estimaciones precisas de los daños no estén disponibles durante días, acotó el mismo medio local.
Tras haber bajado a tormenta tropical, Ian se convirtió nuevamente en huracán este jueves en aguas del Atlántico estadounidense en su rumbo hacia Georgia y las Carolinas, estados a los que ahora amenaza con inundaciones, marejadas ciclónicas y fuertes vientos, tras dejar devastado buena parte de Florida.