Por Bryan Ulises Valencia
Hermosillo, Sonora.- “Los memes sirven, son un vínculo entre alumnos y maestro; inspiran confianza y tranquilidad”: dijo Valeria Aguirre Contreras, quien usa esas imágenes para enseñarle a sus estudiantes de tercer semestre de preparatoria en el Colegio de Bachilleres de Navojoa.
Con 24 años y recién graduada de la licenciatura en Literaturas Hispánicas de la Universidad de Sonora, consiguió trabajar como docente en el sistema de preparatoria Cobach.
En dos semestres de impartir clases en Navojoa, no conoció físicamente a sus alumnos, ni pisó un aula para dar clases. El enseñar siempre fue su sueño, pero nunca imaginó que lo haría a través de una computadora.
La pandemia la obligó a innovar porque sentía que no conectaba con sus jóvenes y, al recordar su primera clase de literatura como estudiante, pensó en llenar de confianza, seguridad y diversión el espacio que para ella fue aburrido.
“Las redes sociales fueron clave, son un medio que tienen en común tanto maestros como alumnos, herramientas básicas que motivan al dinamismo e interés que muchas veces hace falta en clases”, explicó Valeria.
En una ocasión eligió la película de Shrek para hablar sobre los elementos de una narración; funcionó perfectamente y lo que podría parecer un tema aburrido y complicado, se convirtió en una clase divertida.
“Cuando los alumnos trabajan con ejemplos con los que se identifican, se sienten más atraídos a participar y pueden relacionar con mayor facilidad lo que ya conocen con lo que tienen que aprender”, expresó la maestra.
De esta manera, el trabajo de Valeria se convirtió no sólo en impartir clases aburridas y complicadas con un pizarrón, sino en un feed de Facebook, Instagram o Twitter lleno de memes para crear un vínculo entre alumno y maestro.
“Los memes también podrían servir como un vínculo entre el alumno y el maestro. Para que haya más confianza, para que haya más tranquilidad. Para que ellos sientan que el aula o la sesión virtual es un lugar seguro en donde pueden expresar sus opiniones sin miedo a ser rechazados o a ser regañados” añadió.
Ella cree que todos deberían experimentar diferentes métodos y maneras para establecer un vínculo con sus estudiantes, para que el proceso de aprendizaje sea más efectivo y sin sentirlo como una obligación.
A partir de noviembre, por fin podrá cumplir su sueño de pisar un salón para enseñar con el retorno a clases en todos los niveles escolares y dará clases en Hermosillo a los alumnos de tercero y quinto semestre.
Tiene claro que, con el regreso a los planteles, posiblemente tenga otros desafíos. Sin embargo, está atenta a los cambios; piensa en formas cómo adaptarse a cada circunstancia y seguir consejos de la vieja escuela.