El ingrediente fundamental del equilibrio de una mujer es la relación con su padre. Si la hija no ha experimentado el amor y la aceptación incondicional de su padre, tal vez se sienta amada por cualquier hombre, aunque solo quiera un poco de sexo. Atte. Dr. Kevin Leman
Escribí el epígrafe de esta columna intencionalmente para llamar la atención, esperando que los lectores formen una crítica e incluso me maldigan antes de leerla. Está de moda demeritar a los hombres, devaluarlos, ridiculizarlos, minimizar su relevancia en la vida diaria e incluso culparlos de todas las atrocidades que suceden contra la mujer.
Es una mentira que el hombre mate a una mujer por el hecho de ser mujer. Grupos feministas han posicionado ese principio e incluso provocado leyes a su favor. Si un hombre violenta a una mujer por el simple hecho de ser mujer ¿Porqué no violenta a su mamá, a su abuela, a sus primas, a sus maestras o a sus amigas? Los hombres que han cometido atrocidades y conductas tan deplorables contra la mujer se deben a un determinado número de incapacidades psicológicas obviamente injustificables, pero no necesariamente al hecho que se promueve por el argot social de un sector.
Es verdad, el hombre ha cometido grandes errores, abusado de su posición jerárquica, aprovechado su fortaleza física para suprimir la dignidad femenina y para eso tiene que haber consecuencias. De los grandes errores que ha cometido el hombre en la era moderna es su falta de compromiso, el abandono familiar ha empujado a mujeres valientes a tener la necesidad de encabezar individualmente una familia, por ello, vemos a mujeres con la necesidad de llevar a cabo actividades que debieran ser compartidas con el hombre.
La realidad es que lo anterior definitivamente no es el propósito del presente manuscrito, a donde me quiero conducir es a la importancia de un padre en el proceso evolutivo de una mujer, en otras palabras, de un padre a una hija.
La seguridad y autoestima de una mujer depende en gran medida de la relación con el hombre más importante de su vida. Su padre. Se sabe que una hija se casa o se une con un hombre similar a su padre, lo quiera o no lo quiera de manera inconsciente las mujeres eligen en muchas ocasiones hombres similares a su padre ¿por qué? La respuesta que brindan algunos especialistas en familia es la siguiente: Debido a que el padre es la representación del hombre para una mujer en su edad temprana, ella crece con el pensamiento de que los hombres son como su padre porque es el modelo más cercano que influye directamente en todas sus áreas personales. Si el padre está ausente, la mujer crece sin comprender exactamente ¿Qué es un hombre? Y esa interpretación tendrá que llegar por las relaciones más cercanas a su entorno, tíos, amigos, vecinos etc. Si tiene un padre responsable que le dedique tiempo y sea cariñoso, que la cargue en sus brazos para llevarla a dormir por las noches, respete y muestre amor a su mamá, lo más probable es que ella no va permitir que algún hombre le falte al respeto, porque esa no es la representación que tiene del hombre. Sin embargo, cuando el padre es un abusivo o un autoritario en su familia, ella crecerá esperando gritos, golpes, maltratos de cualquier hombre porque se formó creyendo que así deben de ser los roles de conducta entre el hombre y la mujer.
Fuimos creados para complementarnos, hombre y mujer, forman una dupla perfecta. Nos necesitamos para tener hijos, nos necesitamos para una crianza equilibrada, fuimos creados de manera tan diferente que dependemos de nosotros mismos para diferentes facetas de la vida.
Felicidades a las mujeres que deciden y pueden quedarse en casa con sus hijos, es tan necesario el apego de la mamá, los brazos de una madre jamás pueden ser sustituidos por un padre. En los primeros años los niños necesitan solo dos cosas. Afecto y Alimento.
Felicidades a ti papá, que te esfuerzas por dar seguridad, dignidad, identidad y amor a tu familia especialmente a tus hijas, ellas necesitan a un hombre de verdad.
En este momento solo quise resaltar parte de los libros de uno de los grandes expertos psicólogos en familia: Dr. Kevin Leman, en su libro “Sé el padre que ella necesita que seas”.
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