El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este jueves una orden ejecutiva que posibilita la imposición de una batería de sanciones contra Rusia, incluida la expulsión de personal diplomático de Washington, por sus actividades “nocivas”.
Entre las sanciones, destacan una directiva emitida por el Departamento del Tesoro que prohíbe a las instituciones financieras estadounidenses participar en el mercado primario de bonos en rublos o no emitidos después del 14 de junio de 2021 por el Banco Central de Rusia, el Fondo Nacional de Riqueza o el Ministerio de Finanzas del país euroasiático.
También incluyó en la lista a 32 entidades e individuos que, según dijo, habían llevado a cabo intentos dirigidos por el gobierno ruso para influir en las elecciones presidenciales de 2020 y otros “actos de desinformación e interferencia”.
Por otro lado, el Tesoro sancionó a seis empresas de tecnología rusas que brindan apoyo al programa cibernético de la Inteligencia rusa, acciones que van desde proporcionar experiencia hasta desarrollar herramientas e infraestructura para facilitar actividades cibernéticas “maliciosas”, según la Casa Blanca.
Por primera vez, nombró formalmente al Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) como autor del hackeo de SolarWinds Corp.
Asimismo, la Administración Biden expulsó a diez miembros del personal de la misión diplomática rusa en la capital, Washington. Entre los expulsados se encuentran representantes de la Inteligencia.
El Tesoro también sancionó a ocho individuos asociados con la ocupación y represión en curso de Rusia en Crimea, que Moscú anexó en 2014.
En un comunicado, la Casa Blanca justificó que la batería de sanciones envía la “señal” de que Estados Unidos “impondrá costes” si Rusia continúa o intensifica sus “acciones internacionales desestabilizadoras”, en plena escalada de tensiones en torno a Ucrania.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia adelantó que la respuesta a las saniones anunciadas por Estados Unidos es “inevitable” de acuerdo con la agencia Reuters.
Rusia niega haberse inmiscuido en las elecciones estadounidenses, orquestado el ciberataque que se valió de SolarWinds Corp para penetrar en las redes del gobierno de Estados Unidos o haber utilizado un agente nervioso para envenenar al crítico del Kremlin Alexei Navalny.
También ha rechazado las acusaciones de poner recompensas por soldados estadounidenses en Afganistán.
Antes de la publicación del decreto, el Kremlin había dicho que respondería de la misma manera a cualquier sanción y advirtió que las nuevas medidas estadounidenses reducirían las posibilidades de que se celebrará una cumbre entre Biden y su par ruso, Vladimir Putin.
Con información de Europa Press y Reuters