James McConnell, estudiante de ingeniería, de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), fabricó una réplica de un gancho de agarre inspirado en el mismo artilugio de los videojuegos y las películas.
Valiéndose de sus conocimientos y experiencia, James construyó un ligero chasis de aluminio para alojar el motor de un monopatín eléctrico y un pequeño cañón de compresión encargado de expulsar el gancho, además del propio sedal.
El resultado final es un brazalete que se coloca en el brazo, cuyo mecanismo se acciona con el pulgar, y es capaz de engancharse a una superficie y tirar de la persona en la dirección deseada.
El ingenioso artilugio se sometió a una serie de pruebas supervisadas en un parque de trampolines y escalada, en octubre de 2020, que resultaron ser un éxito, demostrando que el concepto era realmente útil.
Información tomada de www.excelsior.com.mx