Adhara Lozano/Daviana Ley
Desde el siglo XIII, durante la intervención del papa Gregorio, quien declaró en 1582 la celebración del Año Nuevo, la humanidad ha recurrido a distintos métodos para obtener suerte, abundancia, amor y dinero.
Históricamente la tradición surge desde la adaptación del llamado calendario romano o juliano, elaborado por el emperador Julio César, en el año 46 antes de Cristo (a.C.), con la asesoría del astrónomo y filósofo Sosígenes.
Desde la República de Kiribati, al noreste de Australia, América, África, Hawaii y el último rincón del mundo las personas parecieran iluminarse, se visten para la ocasión, preparan alimentos y la dieta no cuenta, conviven con los seres amados, aunque por la pandemia, tal vez los festejos y los encuentros esperen un poco más. Pero Para Hermosillo no pasa desapercibido, y la gente se prepara de distintas maneras: se valen de todas las técnicas, con tal de esperanzarse a un año próspero, donde pueden limpiarse de energías negativas y comenzar de nuevo con creativos rituales.
Entre los más populares e inmortalizados en el legendario Internet y la vida cotidiana, se encuentra el ritual de las doce uvas, el de la ropa interior rojo carmesí, o amarillo, si andas muy ruino, salir/entrar con una maleta a tu casa, si tienes ansiedad por viajar y por supuesto barrer, sin embargo, hay personas que disfrutan simplemente un whisky en las rocas, y lo toman como un buen presagio de tranquilidad, un ejemplo el joven Jaime Armenta, de Hermosillo.
Militza Arellano, quien vive en la ciudad, nos comentó chuscamente que ponerse abajo de la mesa, justo cuando entra el año nuevo, es decir a media noche, ayuda a conseguir novio; “ella ya tiene dos mesas demandadas”. Ríe y lo toma como un chiste, pero es uno de los supuestos métodos amorosos de la lista durante el festejo.
Una chica anónima compartió que ella pasó un año nuevo tomada de la mano con miembros familiares, como para asegurar bienestar y protección durante el próximo periodo.
También Lupita X, de Cajeme, quien pidió reservar su verdadero nombre, explicó que otro de los rituales, poco conocidos en el estado, pero con una fuerte carga energética es la velación del huevo. Una técnica ancestral que consiste en colocar un huevo en un vaso transparente de vidrio y con agua en su interior; después debe taparse y el usuario interesado debe permanecer junto a él todo el día y la noche del 31 de diciembre. A media noche, a pocos segundos de la entrada de la nueva era, se destapa el huevo y se revelará el futuro. Esta práctica es más conocida como ovomancia. De acuerdo con Lupita, vivió varias situaciones que este arte le vaticinó.
Gabriela Beltrán realizó en años pasados el ritual de la maleta, y vistió prendas, amarillas, o rojas, según sus deseos, además de comerse las clásicas 12 uvas.
Daviana Ley, del equipo Sonsun, dijo que su ritual efectivo para este año nuevo es limpiar a profundidad, para sentirse plena y con pulcritud.
Por último, Mary Montijo, parte de nuestra casa editorial en Proyecto Puente, confesó que no acostumbra regularmente a hacer este tipo de rituales, pero que en esta ocasión tomaría la escoba y barrería, además de tirar agua por la ventana, para purificar su casa, y alejar las malas energías, también se pondrá ropa interior verde con el fin de atraer la salud.
¿Y tú? ¿Qué ritual harás? ¿quieres dinero, amor, salud?
FELIZ AÑO NUEVO!!!