Somos seres sociales y como tal, nos han enseñado a desarrollar habilidades que nos ayuden a mantener relaciones desde lo social, algunas veces muy individualistas y otras muy en colectivo, buscando influir en los demás, de distintas maneras.
En eso enfocamos gran tiempo de nuestra vida, dejando transcurrir nuestros años buscando como lograr tener o mantener “mayor” influencia en los demás.
Aquí lo interesante es preguntarnos ¿para que se busca influir en los demás? Al respecto puede haber distintas respuestas desde entretenerse, mantener el poder, manipular y controlar a los demás. Pero, primero hay que controlar las emociones propias para ser, estar mejor y vivir en paz.
Por otro lado, el hecho de que la tendencia inicial sea así, por la costumbre, por el tipo de educación, por la cultura o por el modelo materialista que nos recibe, no significa que no podamos enfocar esa influencia nuestra, hacia nosotros mismos.
De inicio hay que revisar y redireccionar creencias, percepciones, conocimientos y actitudes.
Hay que insistir, persistir y seguir insistiendo en la importancia de la información que procesamos y de la influencia que esta tiente en nuestra vida, al ser interpretada por nuestro cerebro en función de nuestro diálogo interno, de nuestras creencias, actitudes y pensamientos.
Necesidades, intereses y expectativas, hay que ordenarlas de forma claras, ya que nos construimos a través de los roles que jugamos. Siendo necesario modificar, reinventar, identificar y responder a ellas, para construir.
Cuidemos nuestras incongruencias, ya que existe un principio básico, la percepción sobre nosotros mismos es la que regula como nos dirigimos a nosotros, es lo que llamamos el diálogo interno. Hay que ser conscientes de las conversaciones que tenemos con nosotros mismos y que además son constantes, para podernos influir positivamente.
Retomemos pues nuestra capacidad de influir, primero hacia uno mismo y de manera natural se dará hacia los demás, porque nadie da lo que tiene.
Pero además hay un punto muy importante respecto al tema: invocamos a lo mismo que estamos mostrando.
Así que, seamos auténticos para invocar la autenticidad de otros.