Atrapado por tus pensamientos, podría ser un transtorno obsesivo-compulsivo

En lo que va la contingencia por el COVID-19, sin duda las personas que están cumpliendo al 100% las medidas sanitarias, la sana distancia, lavado de manos, uso de gel y sanitizantes, son aquellas que tienen personalidad obsesiva o padecen de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Sin embargo, la carga emocional es desbordante, por traer en la mente diversidad de pensamientos que se repiten y obligan a la persona a realizar actos repetitivos, que bien reconoce pudieran ser absurdos y reconoce muy bien que, tras el incumplimiento, el sufrimiento emocional se exacerba. Por lo tanto, llevar a cabo el ritual de pensamientos o acciones repetidas vienen a mitigar parcialmente la carga emocional.
La carga de sufrimiento de una persona con TOC, es por años, la tendencia a ser crónica es la característica de este problema, tiende a ocultarlo para evitar vergüenza, burlas, humillaciones, estigmas como “el loco” y con ello varios años en tomar la decisión para solicitar ayuda. La característica principal del TOC es la instalación automática de pensamientos (obsesiones) de manera repetitiva y, en respuesta a estas obsesiones, se incorporan acciones (compulsiones) que la persona siente la necesidad de repetir varias veces. El contenido de las ideas puede ser por temas comunes y hasta los más extraños e inusuales y que para cualquier persona que las piense no representaría problema alguno. Sin embargo, para la persona con TOC la experiencia suele ser complicada por no poder sustituir estas ideas por otras que no sean preocupantes.
Si bien hay momentos en que sentimos la necesidad de revisar las cosas, repetir comportamiento en función de esas ideas, puede ser sin el sufrimiento ni la obligatoriedad como ocurre en las personas con TOC. En su caso, los pensamientos se tornan incontrolables que causan ansiedad, haciéndoles comprobar las cosas repetidamente hasta consumir muchas horas productivas del día. Al grado de interferir con el desempeño en sus hábitos de vida cotidiana, trabajo, escuela y en las relaciones interpersonales. Los pensamientos más comunes tienen que ver con la puntualidad, limpieza, orden, ideas religiosas, ideas vergonzosas, ideas agresivas, de contaminación, de contenido sexual, entre otras.
Pueden estar presentes otros problemas asociados al TOC, como son los tics, vocales, motores o mixtos. El déficit de atención con fallas de memoria y dificultad para el inicio y conclusión de una actividad que requiere de esfuerzo sostenido. La persona suele ser muy exigente y consumir demasiadas horas hasta tener la certeza de que su trabajo está hecho a la perfección.
No existe causa específica del TOC, suele comenzar en la adolescencia o a principios de la edad adulta. Tiende a aparecer a una edad más temprana en los niños que en las niñas. Investigaciones de imágenes funcionales han encontrado que varias partes del cerebro, así como ciertos procesos biológicos como la serotonina, desempeñan un papel clave en los pensamientos obsesivos y el comportamiento repetitivo, así como en el miedo y la ansiedad relacionados. También se tiene la evidencia de las personas que han sufrido traumas físicos o sexuales tienen mayor riesgo de presentar el trastorno obsesivo-compulsivo. Después de una infección por estreptococos, algunos niños pueden presentar síntomas de TOC de manera repentina o los síntomas pre-existentes pueden empeorar. Este síndrome autoinmune se denomina trastorno pediátrico neuro psiquiátrico autoinmune asociado con infecciones estreptocócicas (PANDAS, por sus siglas en inglés).
Como ayudar a una persona con TOC?. En primer lugar, hay que entender que se trata de un problema en el que la voluntad no está participando y que por la vía del esfuerzo de quien lo padece, de por sí ya ha vivido años de desgaste, no podemos exigirle que cambio de un día a otro. El hecho de que las personas que le rodean sean empáticas, la carga de estrés reducirá y la convivencia pudiera ser más llevadera. Eliminar cualquier estigma asociado al padecimiento, por ejemplo, el aislamiento social o el encierro en si cuarto, muchas personas evitan el contacto social, aislándose en su espacio donde no serán señalados. A partir de que suceda mayor aceptación familiar la carga de angustia disminuirá.
Por la severidad de las obsesiones y compulsiones, la persona no tiene la voluntad de acudir, usted como familiar o amigo, ayúdele solicitar ayuda al servicio psicológico o psiquiátrico para realizar evaluación y determinar el plan de trabajo. Cuando la detección es temprana, la respuesta al tratamiento es favorable, distinto cuando la búsqueda de ayuda es tardía, la respuesta al tratamiento y padecimientos coexistentes pudiera ser más difícil y prolongado.