Columna El circo de la realidad
Nuestro país se encuentra en medio de una pandemia por el COVID-19, que arrojará consecuencias en materia sanitaria, económica, política, de seguridad y social sin precedentes. No es necesario abordar más en esto, pues todos los días escuchamos las proyecciones, los diagnósticos y los datos duros en estos tópicos.
También todos los días, basta con entrar a las redes sociales, donde participa la mayoría de la gente (Twitter o Facebook) por poner un ejemplo; y podemos ver el grado de polarización que existe en nuestro país. Polarización política, por regiones, en los medios de comunicación, por sectores de la sociedad. Escuchamos a nuestros líderes, y la competencia parece ser, evidenciar quien es el peor.
Me pregunto. ¿Realmente se piensa que estando absolutamente en contra de todo lo que diga el presidente, saldremos adelante? ¿Realmente, se piensa que no se requiere de todos los sectores productivos para enfrentar lo que se nos viene en materia económica? ¿Realmente estamos consientes de lo que se nos viene como país? El duro golpe a la economía, el grave desempleo, la inseguridad, la perdida de seres queridos que va en aumento y parece que no para, y por si fuera poco, en el 2021 se nos viene un año electoral.
Por eso estoy convencido, que se debe tener altura de miras, de parte de absolutamente todos los actores políticos, económicos y sociales para buscar un terreno común y buscar soluciones a lo urgente. Encontrar ese terreno común no significa claudicar o perder valores; se trata de entender, que la economía nos afecta a todos por igual, que la inseguridad nos ha venido afectando a todos por igual, que la pandemia le ha pegado absolutamente a todos los sectores, por más diferencias que existan. Se trata de entender , ni más ni menos.
Lo mínimo que debemos impulsar es un dialogo abierto entre todos; los problemas súper urgentes y urgentes del México, son muy complejos como para pensar que la solución está en una persona, en una sola ideología o en un sólo sector de la sociedad. Hay mucho talento, mucha capacidad y mucho conocimiento en cada una de las diferentes visiones del país.
¿Quién será la o él líder que ponga el ejemplo? ¿Quién será la o él primero en dar el paso al frente en su sector?
Un diálogo democrático integra una gran diversidad en la construcción de soluciones compartidas a los temas que a todos nos preocupan. Entiendo que no es una tarea fácil, pero si no es ahora, en la etapa más difícil de México, entonces cuando.
Después de todo, debemos entender que antes de ser priístas, panistas, morenos, naranjas, amarillos, morados, fifis, chairos, trabajadores, empresarios, de izquierda, de derecha, de centro, liberales, conservadores, norteños o sureños; primero somos mexicanos.
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