Fuente Consumer.es
Los bostezos son contagiosos. Los científicos afirman, además, que su poder de expansión entre las personas crece cuando estas son conocidas y sienten un cierto apego mutuo. Aunque no afecta a todos por igual ni con la misma intensidad, la mitad de los humanos somos vulnerables al contagioso bostezo, afirman los expertos en la materia: un gesto que repetimos casi como autómatas cuando lo presenciamos.
La mitad de los perros caen rendidos al contagio del bostezo, sobre todo si procede de personas queridas
Pero, ¿son inmunes al efecto en cadena que es capaz de provocar el bostezo los perros y gatos que viven con nosotros? La respuesta es que no. Un equipo de científicos de la Universidad de Londres ha podido comprobar cómo 21 de los 29 perros estudiados caían rendidos bajo la influencia contagiosa del bostezo de un humano familiar. Este efecto magnético funcionaba mejor cuando el autor de la llamativa inspiración era una persona conocida para el can.
El influjo embaucador que tiene esta señal de cansancio para el perro ha sido incluso cuantificado por un grupo de científicos de la Universidad de Lund, en Suecia. Más de la mitad de los perros son contagiados por el bostezo humano -misma frecuencia que los científicos otorgan a las personas-. Y, por si ese dato fuera poco: los canes no solo repiten el bostezo humano, sino que también quedan atrapados por el sentimiento de cansancio o relax de la persona que los emite, aseguran estos expertos.
Los perros se contagian de tu bostezo
El amor que un perro puede sentir por su amigo de dos piernas es inmenso. Y repetir sus bostezos es solo un gesto más de este profundo sentimiento canino. “Los bostezos se contagian como respuesta a un sentimiento de empatía o cariño y este fenómeno también se produce en los perros”, explica la investigadora Teresa Romero, de la Universidad de Tokio, quien ha coordinado un estudio con 25 canes antes de llegar a esta tajante conclusión.
Los científicos confirman de este modo lo que muchos dueños de perros ya intuían: sus sonoros bostezos contagian al peludo amigo. Pero, también, que el influjo del cansancio humano no siempre surte efecto entre los canes. Las probabilidades de que el bostezo se propague crecen cuando el perro siente amor y un cariño especial por la persona.
“Los perros bostezan con mayor frecuencia cuando quien abre la boca es alguien familiar u otro perro amigo, el contagio de este gesto por parte del can implica un necesario apego emocional “, aclara Romero.
El efecto del bostezo, por tanto, no es tan habitual cuando quien se despereza es un completo desconocido para el animal. Los resultados de su investigación han sido publicados en la revista científica ‘Plos One’ de libre acceso.
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