La crisis y depresión mundial causada por el coronavirus forzó y forzara a los gobiernos mundiales a incrementar el gasto publico, en políticas sociales que ayuden a las clases trabajadoras, medias y sus familias, no a las grandes corporaciones y “ricos” de siempre, al mismo tiempo reconocerá la validez de las teorías keynesianas en periodos de recesión.
El keynesianismo es una teoría económica propuesta por John Maynard Keynes, plasmada en su obra Teoría general del empleo, el interés y el dinero, publicada en 1936 como respuesta a la Gran Depresión de 1929, misma que muchos países europeos y del primer mundo están aplicando ante la crisis que esta causando el COVID-19.
Un caso patético y práctico
La fuerte recesión económica y el enorme gasto de rescate por el COVID-19 casi cuadruplicará el déficit fiscal de Estados Unidos en 2020 a un récord de 3.8 billones de dólares, un asombroso 18.7% del PIB de ese país y esto es solo el primer estimulo económico que no será suficiente. El déficit fiscal llego al cierre de mayo a los 974,000 millones de dólares. ¡brutal!…
En solo tres meses se generaron 40 millones de desempleados, lo que obligara al gobierno federal a un segundo apoyo de impacto por el COVID 19 que alcanzara los 3.5 billones de dólares, lo que provocara un déficit fiscal monstruoso, nunca visto, paradójicamente en la economía capitalista más poderosa del mundo, con esto valida y vive la teoría de Keynes para aumentar la demanda y consumo.
La distorsión de la economía de mercado
En épocas de crisis la economía de mercado requiere ser vigilada de cerca. Ante las tentaciones y ambiciones del poder económico, que solo viven del consumismo, así como de la necesidades de los pobres y desempleados, en síntesis la ley de la oferta y la demanda no corrige todo por si sola.
En las grandes depresiones se justifica la intervención del Estado en la economía como rector político, para evitar abusos y problemas sociales de alto impacto, minimizar tragedias sanitarias como la presente y tratar de reactivar la economía aumentando la demanda y el consumo, la pregunta es y será ¿quien pagara ese gasto enorme en el futuro?…
Conclusión
La crisis que enfrentamos nos definirá como personas, familias, sociedad y nación, es de una gravedad vital, es como ninguna otra contingencia enfrentada jamás, los cuestionamientos centrales serán preguntarnos ante el entorno keynesiano, ¿tendremos la capacidad de subsidio necesaria?, ¿tendremos la disposición y empatía para entenderlo?, ¿tendremos la sensibilidad y oportunidad para aplicarnos?, ¿tendremos los recursos para enfrentar efectivamente esta crisis?…
Al dar respuesta a los cuestionamientos anteriores, deberemos encontrar en el corto plazo la manera mas civilizada para no confrontarnos como sociedad, para no polarizarnos en los temas públicos, que cada quien equitativamente debemos poner nuestra parte y entender maduramente, queramos o no “que en este barco vamos juntos todos”….
“Los periodos largos son una guía engañosa para la actualidad. En el largo plazo todos estaremos muertos” (Keynes).
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