JUCHITÁN, Oaxaca.- “Un día sin nosotras” el paro de actividades convocado por grupos feministas tendrá una gran respuesta en las ciudades, pero será diferente en las comunidades rurales e indígenas en donde la mayoría de las mujeres viven al día y no pueden darse el lujo de no trabajar un día.
Es el caso de muchas mujeres de Juchitán, desde las que hacen totopos que se levantan desde las 4 de la mañana para iniciar sus labores, hasta las que realizan labores domésticas en casas ajenas. Muy difícilmente las mujeres juchitecas querrán perder un día de su venta en el mercado.
Irma Pineda Santiago, integrante del Foro Permanente para cuestiones indígenas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dijo que esta iniciativa del colectivo feminista es buena, pero sólo será funcional en contextos urbanos y que afectará a las comunidades rurales.
Consideró que las mujeres más humildes que no pueden dejar de trabajar un día, pues de su trabajo o de su venta diaria subsisten y dan de comer a sus familias, hasta les afectará el paro, pues no tendrán los ingresos a que están acostumbradas en un día normal.
“Las señoras que son trabajadoras del hogar, ¿quién de sus patrones les va a decir no vengas a trabajar y te voy a dar el día?, las que son albañilas, que las hay, las que salen a vender su totopo o su guetabingui (panecillo de maíz) si no salen ese día a vender no generan ingresos, para ellas va ser un día de pérdida económica”.
De la pluralidad de mujeres que existen en el país no todas son profesionistas o burócratas, que este paro sólo les significará un descuento de un día de salario e incluso en algunas instituciones se les dará el día; “pero las mujeres indígenas, las mujeres del campo, las mujeres que dependen de su trabajo diario para comer, es un día de pérdida económica”.
La poeta dijo que la iniciativa es buena, pero “creo que muchas no van a darse el privilegio de sumarse a este paro porque necesitan sostener una familia, alimentar a sus hijos y cubrir un montón de gastos”.
Fuente: NVI Noticias