Durante las celebraciones de Navidad y fin de año es común preparar alimentos en grandes cantidades y consumirlos en los días posteriores.
Sin embargo, especialistas en seguridad alimentaria advierten que recalentar comida sin las debidas medidas de higiene y conservación puede representar un riesgo para la salud.
Expertos señalan que los alimentos cocidos no deben permanecer a temperatura ambiente por más de dos horas, ya que en ese periodo se favorece la proliferación de bacterias que pueden provocar intoxicaciones alimentarias.
Por ello, recomiendan refrigerar las sobras lo antes posible, utilizando recipientes cerrados y poco profundos para facilitar un enfriamiento adecuado.

Algunos productos requieren mayor precaución, entre ellos las carnes como pollo, pavo y cerdo, así como rellenos, arroz, pastas, salsas, caldos y productos lácteos. Estos alimentos son más propensos a contaminarse si se conservan o recalientan de manera incorrecta.
Los especialistas aconsejan recalentar los alimentos una sola vez y consumirlos de inmediato, evitando volver a guardarlos después de haber sido calentados. También recomiendan recalentar únicamente la porción que se va a ingerir y asegurarse de que la comida alcance una temperatura elevada y uniforme.
Asimismo, se debe desechar cualquier alimento que presente cambios en el olor, color o textura, ya que podrían ser señales de descomposición. Mantener una adecuada higiene durante la manipulación de los alimentos, como lavarse las manos y limpiar utensilios y superficies, ayuda a prevenir la contaminación cruzada.

Además de los riesgos sanitarios, el consumo excesivo de comida recalentada, generalmente rica en grasas y condimentos, puede provocar malestar digestivo, acidez y sensación de pesadez.
Por ello, se recomienda moderar las porciones, alternar las comidas con alimentos frescos y mantener una adecuada hidratación durante las fiestas decembrinas.


