El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no descartó la posibilidad de reemplazar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por acuerdos comerciales específicos con cada país.
Trump recibió este martes en la Casa Blanca al primer ministro de Canadá, Mark Carney, con quien abordó temas de la relación bilateral y los aranceles impuestos por Washington.
Durante el encuentro con la prensa, el mandatario estadounidense fue cuestionado sobre una posible renegociación del T-MEC. “Podríamos renegociarlo, y eso sería bueno, o simplemente podemos hacer acuerdos diferentes”, respondió. “Se nos permite hacer acuerdos diferentes”.
Sobre su preferencia entre mantener el T-MEC o concretar acuerdos separados, Trump señaló: “No me importa. Quiero llegar al mejor acuerdo posible para este país, teniendo muy presente también a Canadá”.
El presidente estadounidense aseguró además que los cruces en la frontera sur están en “cero” y destacó la cooperación con México y Canadá en el combate al fentanilo, afirmando que la situación ha mejorado y elogiando los esfuerzos canadienses.
Trump afirmó que existen “grandes avances” en las negociaciones comerciales con Canadá. Esta fue la segunda visita de Carney a Washington desde abril, aunque, a diferencia de otros aliados, aún no ha alcanzado un acuerdo para poner fin a la guerra comercial con Estados Unidos.
“Es un conflicto comercial normal, no hay nada de malo en eso (…) Pienso que hemos hecho muchos avances en los últimos meses”, declaró Trump junto a Carney en el Salón Oval. “Tenemos un conflicto natural. También tenemos amor mutuo. Tenemos un gran amor los unos por los otros. Amo Canadá y la gente de Canadá, y Mark siente lo mismo. El problema es que ellos quieren una compañía de automóviles y yo quiero una compañía de automóviles”, agregó.
Por su parte, Carney prefirió hablar de “competencia” antes que de “conflicto”, y expresó su confianza en alcanzar un acuerdo.
El primer ministro canadiense, exgobernador del Banco de Inglaterra y recién llegado a la política, ha enfrentado críticas en su país, donde hizo campaña destacando su experiencia en la gestión de crisis. “Usé rojo para usted”, bromeó Carney al saludar a Trump, en referencia al color de su corbata.
De acuerdo con el gobierno canadiense, la visita de trabajo tuvo como objetivo restaurar las relaciones bilaterales y discutir “prioridades comunes en una nueva relación económica y de seguridad entre Canadá y Estados Unidos”.
La guerra comercial impulsada por la administración Trump ha afectado la economía canadiense y las relaciones entre ambos países. Canadá, cuyo principal socio comercial es Estados Unidos, registró una caída de su PIB de alrededor del 1.5% en el segundo trimestre.
Trump impuso aranceles a ciertos productos canadienses no cubiertos por el T-MEC, defendiendo su política al afirmar: “Somos los reyes de que nos tomen el pelo”. Criticó además la política comercial de administraciones anteriores.
“No les cobramos nada (a otras naciones) porque estábamos liderados por estúpidos. Se aprovecharon de nuestro país”, declaró. “Ahora ya no están aprovechándose. La Unión Europea son mis amigos. No les echo la culpa”, añadió.
El mandatario sostuvo que tanto él como la Unión Europea están satisfechos con el acuerdo arancelario alcanzado meses atrás, que establece un impuesto del 15% a las importaciones europeas, especialmente en el sector automotriz.
“Le pregunté a Angela Merkel cuántos vehículos van de EU a Alemania y me dijo que creía que ninguno. Y le dije que era correcto. Eso ya no pasa. Están pagando la cifra correcta. No podía pedir más. Es la cifra justa. Ahora los Estados Unidos están usando lo mismo que usaron contra nosotros”, concluyó.