Hermosillo, Sonora.- Un intento de exhorto presentado por la senadora panista Lilly Téllez para que Adán Augusto López pidiera licencia en el Senado y enfrentara las acusaciones contra su exsecretario de seguridad, Hernán “N”, terminó por desatar una tormenta política que Morena y sus aliados sofocaron con mayoría de votos, rompiendo la sesión con gritos y acusaciones cruzadas.
Durante la sesión de la Comisión Permanente, Adán Augusto, exsecretario de Gobernación y actual senador, compareció para defenderse del escándalo que lo rodea desde que su excolaborador, quien encabezó la Secretaría de Seguridad en Tabasco cuando él era gobernador, fue vinculado a un grupo criminal y ahora permanece prófugo.
“Jamás tuve sospechas sobre Hernán ‘N’”, afirmó López Hernández ante el pleno. Pero su defensa no convenció a Téllez, quien presentó un punto de acuerdo de urgente resolución para que el senador solicitara licencia y se pusiera a disposición de las autoridades.
“Él debería salir esposado de este recinto y ser llevado ante la justicia, pero lo protege Sheinbaum”, lanzó la senadora, acusando un pacto de impunidad dentro del oficialismo.
A las críticas se sumó el priista Alejandro Moreno, quien aseguró que ya denunció formalmente a López Hernández por su presunta cercanía con el grupo criminal.
“Si nos midieran con la misma vara a ti y a mí, ya estarías en la cárcel”, declaró desde la tribuna.
Sin embargo, Morena y sus aliados cerraron filas en defensa de su senador. En votación económica, rechazaron la propuesta con una mayoría clara, desatando reclamos y acusaciones de encubrimiento por parte de la oposición.
En ese mismo ambiente de confrontación, el Senado aprobó con 25 votos a favor y 10 en contra el nombramiento de la exgobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, como nueva embajadora de México en Panamá.
Lee también: Sheinbaum descarta conflicto interno en Morena rumbo a 2027: 4T ‘va para largo’, dice
Durante la toma de protesta, la senadora Lilly Téllez volvió a levantar la voz, interrumpiendo el acto con gritos de “¡corrupta!”, aludiendo al polémico desempeño de Pavlovich como cónsul en Barcelona.
La oposición criticó duramente el nombramiento, calificándolo como un “premio” político, mientras Morena defendió la designación como parte del derecho del Ejecutivo a nombrar a sus representantes diplomáticos.