Cajeme, Sonora.- En medio de una realidad marcada por la violencia y la desconfianza ciudadana hacia las instituciones, autoridades municipales, estatales y federales instalaron este martes el Consejo de Paz y Justicia Cívica en Cajeme, una nueva apuesta para frenar la inseguridad desde lo comunitario.
El alcalde Javier Lamarque encabezó la ceremonia de toma de protesta a los integrantes de este organismo, que estará integrado por representantes de cámaras empresariales, sindicatos, universidades, organizaciones civiles, iglesias, deportistas, estudiantes y comités vecinales.

Según el presidente municipal, este consejo será un órgano asesor y articulador con la misión de reconstruir el tejido social y promover la justicia cívica, mediante el impulso a una cultura de diálogo, legalidad y participación ciudadana.
El reto es grande: transformar una de las regiones más golpeadas por la violencia en Sonora a través de la convivencia pacífica y la colaboración comunitaria.
“El objetivo es enfrentar las causas de fondo que alimentan la exclusión, la desigualdad y la violencia. Queremos recuperar la confianza en las instituciones y fomentar la corresponsabilidad entre gobierno y ciudadanía”, señaló Lamarque.
Durante el acto protocolario también participó el secretario de Gobierno de Sonora, Adolfo Salazar Razo, quien aseguró que este tipo de consejos pueden convertirse en modelo para otras localidades que buscan avanzar hacia una verdadera cultura de paz.
Rocío Bárcena, subsecretaria de Construcción de Paz, y Clara Luz Flores Carrales, responsable de la unidad federal encargada de prevenir el delito y recomponer el tejido social, hablaron sobre la necesidad de generar estrategias que incluyan a los vecinos en el rescate de espacios públicos, la prevención del delito y la atención a las causas sociales de la violencia.
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El Consejo de Paz y Justicia Cívica no es el primer intento institucional por atender el problema de fondo en Cajeme, pero sus integrantes aseguran que la diferencia ahora será el involucramiento directo de la comunidad. Falta ver si en los hechos, esta nueva estructura logra incidir en una de las regiones más conflictivas del estado.