Michael Madsen, reconocido por sus intensos y memorables papeles en las películas de Quentin Tarantino, falleció este jueves a los 67 años, luego de ser encontrado inconsciente en su domicilio en Malibú, California y posteriormente declarado sin vida a causa de un paro cardíaco, informo su agente, Ron Smith.
Con una carrera que abarcó más de cuatro décadas y más de 300 créditos en cine y televisión, Madsen se convirtió en un rostro inconfundible del cine independiente y de culto.
Aunque participó en numerosas producciones de bajo presupuesto, su interpretación como el sádico Mr. Blonde en Reservoir Dogs (1992), durante la famosa escena en la que tortura a un policía al ritmo de ‘Stuck in the Middle with You’, marcó un hito en su trayectoria y lo consolidó como uno de los actores favoritos de Tarantino.

A partir de entonces, Madsen formó parte del elenco recurrente del aclamado director, participando en las dos entregas de Kill Bill y en The Hateful Eight. También tuvo papeles destacados en cintas como The Doors, Thelma & Louise y Donnie Brasco.
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En 2019, Tarantino lo incluyó en el reparto de Érase una vez en Hollywood, ambientada en Los Ángeles de 1969.
Además de su trabajo en cine y televisión, Madsen incursionó en el mundo de los videojuegos, prestando su voz en títulos como Grand Theft Auto III, la saga Dishonored y Crime Boss: Rockay City.