Washington, D.C.- Con una votación dividida de 50 a 50, el Senado de Estados Unidos aprobó este martes el ambicioso paquete de recortes fiscales y de gasto público promovido por el presidente Donald Trump.
El desempate fue decidido por el vicepresidente J. D. Vance, lo que permitió avanzar el proyecto tras días de intensas negociaciones al interior del Partido Republicano.
A pesar del avance en la cámara alta, la propuesta aún debe ser aprobada por la Cámara de Representantes, donde será discutida este miércoles.
Los líderes republicanos intentan que el paquete llegue a la Casa Blanca antes del 4 de julio, en busca de darle a Trump su primera gran victoria legislativa.
El proyecto, de gran magnitud, contempla recortes de impuestos y un aumento en el presupuesto para seguridad nacional.
Se financiará parcialmente con el mayor recorte a la red de seguridad federal en décadas.
Votación reñida y negociaciones de último minuto
Los senadores republicanos Rand Paul, Susan Collins y Thom Tillis se sumaron a los demócratas en el voto en contra.
La aprobación se logró luego de más de 24 horas de negociaciones encabezadas por el líder de la mayoría en el Senado, John Thune, y el vicepresidente Vance, quienes trabajaron para asegurar el respaldo de senadores renuentes como Lisa Murkowski, de Alaska.
Vance fue clave en el proceso, al intervenir directamente para convencer a Murkowski con incentivos políticos dirigidos a su estado.
La senadora confirmó este martes que el acuerdo estaba prácticamente cerrado: “Está en manos de la gente que opera la fotocopiadora”, respondió a la prensa.
Una excepción incluida en el paquete, relacionada con los cupones de alimentos, fue validada por el parlamentario del Senado, el encargado de revisar el cumplimiento de las normas, como compatible con las reglas presupuestarias.
Sin embargo, otra disposición que buscaba modificar la distribución de fondos federales de Medicaid para favorecer a estados como Alaska y Hawái fue descartada por no cumplir con los requisitos.
Camino incierto en la Cámara
El proyecto aún debe sortear un último obstáculo: la Cámara de Representantes, que se encuentra dividida y cuyos legisladores están en receso.
A pesar de esto, fuentes republicanas sostienen que podrían reunir los votos necesarios esta misma semana.
Desde hace semanas, los líderes republicanos de la Cámara han expresado su desacuerdo con que el Senado reescribiera la versión original del proyecto.
No obstante, tanto Thune como el presidente de la Cámara, Mike Johnson, han intensificado sus esfuerzos para que la propuesta llegue al escritorio de Trump a tiempo para una ceremonia de firma el próximo 4 de julio.