Los Ángeles, California.– Las protestas contra los operativos migratorios ordenados por la Administración del presidente Donald Trump han tomado un nuevo rumbo en el condado de Los Ángeles, trasladándose hasta los hoteles donde se alojan agentes federales traídos desde otras regiones del país.
Hoteles de cadenas como Hilton y Marriott, ubicados en ciudades como Whittier, Pasadena y Downey, se han convertido en el nuevo punto de encuentro para cientos de manifestantes que, con el mensaje ‘Fuera ICE’, exigen la salida de los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
“No los queremos en nuestros vecindarios, que se vayan, y condenamos a los hoteles que hagan negocio con el sufrimiento de nuestra comunidad”, expresó María Salguero, residente de Whittier, durante una manifestación en el hotel DoubleTree del grupo Hilton, donde se congregaron unas 300 personas la noche del miércoles.
Desde el lunes, la presencia de agentes federales en Whittier ha sido notoria. Las redadas se han realizado en tiendas de construcción, lavados de autos y supermercados, generando alarma entre la población.
Algunos vehículos utilizados por los oficiales, sin placas visibles ni distintivos, fueron objeto de actos de protesta, como desinflado de llantas y marcas con pintura.
“Vienen a nuestros vecindarios con las caras tapadas, haciéndose pasar por turistas, pero no es fácil engañarnos. Entiendan que aquí no son bienvenidos”, dijo un joven identificado como John, quien prefirió no revelar su apellido.
La manifestación terminó con la intervención de la policía local, luego de que un vidrio en la entrada principal del hotel se rompiera accidentalmente cuando unas menores se recostaron contra él, según constató la agencia EFE.
Otras protestas similares se registraron en la ciudad de Downey, donde los arrestos se han extendido a lugares inesperados, como escuelas católicas. En uno de estos casos, un anciano fue detenido mientras dejaba a su nieta en la escuela Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
También se han reportado detenciones en estacionamientos de templos religiosos como la Iglesia Cristiana Downey Memorial, así como en parques públicos.
Nuri Umaña, manifestante en Downey, criticó el gasto público destinado a estos operativos: “Pagamos todo esto con el dinero de nuestros impuestos. Los californianos somos los que más aportamos dinero al Gobierno federal para que vengan a derrocharlo y dañar a nuestra comunidad”.

Un despliegue al estilo Hollywood
Las redadas también han sido cuestionadas por el despliegue de fuerza. La madrugada del jueves, un operativo en Huntington Park —zona de fuerte presencia mexicana— incluyó a unos veinte agentes armados, acompañados por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
Durante esta operación, fue allanada la vivienda de una ciudadana estadounidense embarazada y madre de cuatro hijos.
Según relató la mujer a la televisora KTLA, los agentes buscaban a un hombre llamado David García, aunque su esposo, Jorge, no se encontraba en la vivienda. Aun así, los oficiales revisaron la casa habitación por habitación mientras la familia era desalojada.
La secretaria Noem, equipada con chaleco antibalas y gorra, observó la operación desde la calle. Más tarde, en conferencia de prensa, presentó el operativo como un éxito y aseguró que los esfuerzos migratorios continuarán.
Sin embargo, su mensaje se vio opacado por un incidente con el senador por California, Alex Padilla, quien fue empujado y esposado por agentes del Servicio Secreto cuando intentaba cuestionar a Noem sobre los operativos.
“Si así responde el Gobierno a un senador que solo quiere hacer una pregunta, solo podemos imaginar lo que están haciendo a campesinos, cocineros o trabajadores en toda la ciudad”, denunció Padilla tras el altercado.