La decisión entre promover talento interno y contratar externamente debe basarse en las necesidades de la organización y el contexto específico. La promoción interna es una excelente idea cuando la empresa busca reforzar la lealtad, reducir costos y retener talento clave. Sin embargo, la contratación externa es la mejor alternativa cuando se necesita innovación, habilidades especializadas o una rápida escalabilidad.
Lo importante en ambos escenarios es que los empleados tengan claridad y transparencia en los procesos, sobre todo aquellos que están involucrados en las posiciones vacantes o interesados en las mismas.
Naturalmente ambos enfoques tienen ventajas y desventajas, y la clave para tomar la mejor decisión está en comprender cuándo cada estrategia resulta más beneficiosa. Para ello, analicemos datos y tendencias:
Partamos de que el 43% de las vacantes en las empresas se llenan con talento interno, según el informe de LinkedIn “Global Talent Trends 2020”. Adicional a esto, las organizaciones con programas de desarrollo interno tienen un 50% más de probabilidades de retener a sus empleados, según el mismo informe de LinkedIn.
Puntualmente la promoción interna ha sido durante mucho tiempo una estrategia preferida en muchas empresas por varias razones, abona a la lealtad, el conocimiento del negocio y la motivación del empleado. Según un estudio realizado por Gallup, el 70% de los empleados están más comprometidos con su trabajo si perciben que tienen oportunidades de avanzar dentro de la misma organización.
Esta motivación a largo plazo puede traducirse en una mayor productividad y en la retención de talento clave.
Beneficios clave de promover internamente
- El talento interno ya conoce la cultura, los procesos y las expectativas de la organización, lo que reduce significativamente la curva de aprendizaje y el tiempo necesario para que se adapten al nuevo rol.
- Promover internamente suele ser más económico que contratar y formar a alguien desde cero.
- Cuando los empleados ven que pueden progresar dentro de la empresa, tienen más razones para quedarse. Según Gallup, las empresas que promueven a su personal tienen un 21% más de probabilidades de retener a sus empleados.
Entonces, ¿cuándo es el mejor promover internamente?
Si la cultura organizacional es sólida y el talento interno tiene un historial de compromiso y buenos resultados la promoción es una excelente opción.También si la empresa está buscando reducir la rotación y mejorar la satisfacción general, ofrecer promociones internas puede ser una de las mejores estrategias.
Aunque la promoción interna tiene ventajas, en ocasiones puede ser más adecuado contratar a nuevos talentos. La contratación externa puede ofrecer una perspectiva fresca, habilidades específicas y experiencia de otras industrias que puede enriquecer a la organización.
El contexto es el siguiente: El 36% de las empresas mencionan la contratación de empleados externos como su principal fuente de innovación, según un estudio de PwC.
Beneficios clave de promover internamente
- Traer a personas externas a la organización puede ofrecer nuevas ideas y enfoques que no están limitados por la cultura corporativa existente.
- Si un puesto requiere una habilidad específica que no está disponible internamente, la contratación externa es la opción más viable. Por ejemplo, en sectores como la tecnología, donde las habilidades cambian rápidamente, la contratación externa puede asegurar que la empresa esté al tanto de las últimas innovaciones.
- La contratación externa permite cubrir rápidamente posiciones críticas cuando el crecimiento de la empresa es acelerado o cuando se necesita expertise en un área muy particular de forma urgente.
Entonces, ¿cuándo es mejor contratar externamente?
Si se requiere un conjunto de habilidades que no existe dentro de la empresa, es fundamental buscar talento fuera de la organización. O bien, si la empresa está adoptando nuevas estrategias o modelos de negocio, contratar personas con experiencia en estos campos puede ser clave para el éxito.
En conclusión, valora cuales son la necesidades, dolores y oportunidades del negocio, pero también considera el valor que aporta a una organización cuando sus colaboradores saben que genuinamente tienen oportunidades de crecimiento y desarrollo.