Las autoridades de Sudáfrica confirmaron el sábado que Estados Unidos dio un plazo de 72 horas al embajador sudafricano en Washington, Ebrahim Rasul, para abandonar el país, después de que fuera declarado ‘persona non grata’ por acusar al presidente Donald Trump de supremacismo.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Internacionales y Cooperación sudafricano, Chrispin Phiri, recalcó que el Gobierno estaba ayudando en los trámites para que regresara “muy pronto”, según confirmó el portal de noticias sudafricano News24.
“El embajador Rasul tiene 72 horas para salir de Estados Unidos y, por lo tanto, estamos facilitando su regreso. Y luego, desde allí, Pretoria evaluará los próximos pasos a seguir y se ocupará de reemplazarlo”, añadió Phiri.
En este sentido, el portavoz gubernamental criticó la expulsión de Rasul, sobre todo después de que se hubieran producido, según él, “acontecimientos positivos” entre ambos países. “Sin embargo, estamos decididos a garantizar que nuestra relación con Estados Unidos no solo siga siendo mutuamente respetuosa, sino también mutuamente beneficiosa”, señaló.
Previamente, la presidencia de Sudáfrica cargó contra lo que calificó de “lamentable” decisión del Gobierno de Estados Unidos de expulsar al embajador sudafricano.
Rasul afirmó en un seminario que el inquilino de la Casa Blanca “promueve un ataque contra quienes ostentan el poder al movilizar el supremacismo en su contra”, al tiempo que cuestionó los respaldos del magnate Elon Musk a partidos radicales en otros países.
Estas declaraciones derivaron el viernes en un mensaje público del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio: “El embajador de Sudáfrica en Estados Unidos ya no es bienvenido en nuestro gran país”. “Ebrahim Rasul es un político que incita al racismo, que odia a Estados Unidos y odia al presidente”, señaló en redes sociales.
Trump ha arremetido en varias ocasiones contra el Gobierno de Sudáfrica a cuenta de supuestas políticas de discriminación que las autoridades sudafricanas siempre han negado. La disputa llevó a Rubio a ausentarse de la reunión de ministros de Exteriores del G20 celebrada en febrero en Johannesburgo.
(Europa Press)