Por Bárbara Encinas
El embajador de Colombia en Washington, Daniel García-Peña, confesó que una crisis diplomática con Estados Unidos, detenida a última hora del domingo 26 de enero, estuvo a punto de ser real y opinó que una “guerra comercial” hubiera sido crítica para ambos países.
“No llegamos a eso, pero estuvimos a punto de una situación muy crítica. La guerra comercial y la amenaza de aranceles hubiera sido terrible no solo para Colombia sino también para Estados Unidos”, expresó el diplomático en entrevista de Blu Radio.
La noche del 26 de enero, los gobiernos de ambos países superaron la crisis causada por la decisión del presidente colombiano, Gustavo Petro, de no permitir el ingreso de dos aviones con ciudadanos deportados de EEUU mientras esas personas no recibieran un trato “digno”.
Eso llevó al presidente estadounidense, Donald Trump, a ordenar la imposición de aranceles del 25 por ciento a productos colombianos y afirmó que en una semana se elevarían al 50 por ciento, además de otras sanciones migratorias y de viaje.
Petro respondió con el principio de reciprocidad y le ordenó a Luis Carlos Reyes, ministro de Comercio, Industria y Turismo, “elevar los aranceles de importaciones desde los EE.UU. en un 25 por ciento”, además de buscar otros destinos para los productos colombianos.
“Hubo un escalamiento pero se logró superar esa situación, logramos trabajar de manera mancomunada con el canciller saliente, Luis Gilberto Murillo; con la nueva canciller, Laura Sarabia, y con Jorge Rojas (el vicecanciller). Trabajamos todo el día”, explicó García-Peña.
El embajador reconoció el trabajo hecho por “la gente de la Casa Blanca”, afirmando que el interlocutor fue Mauricio Claver-Carone, responsable del Departamento de Estado para América Latina.
La Casa Blanca cerró la crisis con Colombia en cuestión de las repatriaciones de migrantes, asegurando que el Gobierno de Bogotá aceptó “todos los términos del presidente Trump”, según publicó en su cuenta de ‘X’ la vocera de la casa Blanca Karoline Leavitt.
El acuerdo incluye “la aceptación sin restricciones de todos los ilegales extranjeros de Colombia retornados desde Estados Unidos, incluidos en aviones militares, sin limitaciones o retrasos”.
Al respecto, el embajador afirmó que “el tema de los vuelos, de los aviones militares, se terminó aclarando efectivamente”.
“Estados Unidos aceptó los protocolos en que insistimos, los vuelos militares son en aviones que el Pentágono le presta al Homeland Security, que es el departamento que maneja el tema de migración, no hay militares norteamericanos en los aviones, son funcionarios”, informó.
El comunicado emitido por la Casa Blanca aseguró que, según el acuerdo, las amenazas de aranceles por Trump en contra de las importaciones colombianas y las sanciones “no se firmarán, a no ser que Colombia no honre este acuerdo”.
En ese sentido, García-Peña mencionó que ya fueron enviados a Estados Unidos aviones colombianos para recoger a los ciudadanos, pues eso es “parte de los compromisos”.
“Se tienen que respetar los derechos cuando se suban al avión”, señaló el canciller y explicó que los deportados tengan “sus papeles, que los cónsules nuestros puedan estar presentes para que se pueda garantizar sus derechos”.
Con información de López-Dóriga Digital.