“El Golfo de América” es un enunciado que acompañará a Donald Trump en todo lo que tenga que ver con México a partir de hoy. Como capricho del destino, apenas unos días antes de la segunda llegada de Trump a la Oficina Oval, el mundo ha sido testigo de dos mensajes que reflejan la dualidad de un país que se debate entre su grandeza moral y su decadencia política.
Por un lado, el emotivo funeral de Estado del presidente Joe Biden y las familias presidenciales a Jimmy Carter, un hombre que encarnó el honor, la humildad y el servicio. Por otro, las provocadoras declaraciones de Donald Trump, quien sugiere cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América” y propone acciones imperialistas como anexar Canadá y Groenlandia. Estas dos visiones contrastantes nos obligan a preguntarnos: ¿Estados Unidos está perdiendo su brújula moral?
Y qué curioso, porque, a la hora de la traducción para los hispanos, no podemos dejar de recordar que “golfo” también nos remite a un personaje icónico de la película La Dama y el Vagabundo. Para los que no lo recuerdan bien, la historia está basada en un cuento corto titulado Happy Dan, the Whistling Dog, escrito por Ward Greene en 1945. Greene era un amigo de Walt Disney y le presentó la idea, que Disney decidió adaptar. En la versión en español de La Dama y el Vagabundo, este último es un perro conocido como “Golfo”, un nombre que refleja su estilo de vida libre, despreocupado y, sí, un tanto desordenado. Golfo, como el adjetivo en referencia, era un perro callejero, mujeriego, vago y falto de decoro. Lo peor de todo es que, en la versión en inglés, el nombre de “Golfo” el perro, es Tramp, que irónicamente se pronuncia Trump.
Demasiada coincidencia para quien, además, hoy está tomando posesión como presidente de los Estados Unidos, habiendo sido encontrado culpable de 34 cargos relacionados con el pago de sobornos para silenciar a una actriz de cine para adultos, con el fin de influir en las elecciones de 2016. Estos cargos incluyen fraude, falsificación de registros y violaciones a las leyes de financiamiento de campañas.
Para la historia, Jimmy Carter no fue sólo un presidente; fue un faro de integridad en un mundo cada vez más cínico. En su discurso, Biden recordó cómo Carter vivió una vida guiada por la fe, la justicia y la compasión. No era un hombre perfecto, pero su carácter era inquebrantable.
Frente a este legado de integridad, las declaraciones de Trump resuenan como un eco discordante. Su propuesta de renombrar el Golfo de México no es más que una cortina de humo para desviar la atención de sus problemas legales y políticos. Pero, más allá de la táctica distractora, esta idea refleja una mentalidad imperialista que parece desconectar a Estados Unidos de los valores fundacionales que alguna vez lo hicieron grande.
El Golfo de América: ¿Símbolo de una era en decadencia?
Estados Unidos se fundó sobre principios nobles: la libertad, la igualdad y la justicia. Incluso su Constitución, aunque secular, hace una mención a Dios, reconociendo que hay valores que trascienden el poder humano.
El funeral de Jimmy Carter, al cerrar el sexenio de Biden y Kamala Harris, puede marcar el final de una era en la que el honor y la integridad eran cualidades valoradas en los líderes. Frente a esto, el ascenso de figuras como Trump podría ser el presagio de una decadencia más profunda.
Los imperios no caen sólo por fuerzas externas; caen cuando olvidan sus valores fundacionales, cuando el poder corrompe y el honor se desvanece. “El Golfo de América” no es sólo un nombre propuesto por Trump; es un símbolo de lo que ocurre cuando un imperio pierde su alma. Y, mientras el mundo observa, lo que sigue es preguntarnos: ¿Estados Unidos elegirá el camino de Carter o seguirá los pasos de Trump para siempre? El tiempo lo dirá. Pero quizás sea hora de que Estados Unidos piense en todo esto antes de que sea demasiado tarde. Y, como “Golfo”, el perro de la película de Disney, encuentre su camino de regreso a la grandeza moral que alguna vez lo definió.
Y, con todo esto, pues, ya veremos si a los mexicanos nos va mejor que a Tik-Tok.