Hermosillo, Sonora.- El prestigioso teatro de Moscú, galardonado internacionalmente, Russian State Ballet, tocó suelo sonorense con sus dos obras ‘Scherezade‘ y ‘Quijote‘, donde brindaron al público hermosillense una espectacular función de ballet clásico ruso la noche del 21 de mayo, traído por Araujo Producciones.
La primera de las obras mostradas, Scherezade, cuyo nombre se basa en el personaje que narra los antiguos cuentos de ‘Las mil y una noches‘, consta de un clima oriental, con los danzantes vistiendo los característicos pantalones bombachos árabes y turbantes.
Delicadamente, los bailarines nos trazan la historia de un sultán y su harén, que habiendo abandonado brevemente su recinto para ir a cazar, sus mujeres abren las puertas a sus esclavos amantes para disponerse a bailar.
Los bailes de esta primera obra se distinguen por las típicas posiciones en ‘L’ de los brazos y muñecas de los bailes árabes, además de los colores morados y telas brillantes que envolvieron a los espectadores en una vigorosa y trágica historia, que acabó con nuestra protagonista quitándose la vida ante el ataque de celos del jefe de familia.
La segunda de las presentaciones, Quijote, está basada en la novela española de Don Quijote de la Mancha, donde las faldas rojas, los abanicos y los caracolillos del peinado en las mujeres predominaron en el vestuario de los bailarines.
En este segundo acto, nos muestran a Don Quijote y a su fiel compañero, Sancho Panza (interpretado por el mismo bailarín que hizo de relevo cómico en la anterior obra), abriendo el telón a la presentación.
Esta pieza, pasional y muy rítmica, demostraba la esperada fuerza en las piernas de los bailarines rusos, pues al compás del pandero, realizaron impresionantes acrobacias en el aire.
De igual forma, las bailarinas mostraron su asombrosa capacidad para no perder el centro en cada uno de sus giros, y así lo dominó la bailarina quien hizo de la joven Quiteria en su acto ‘Kitri Variation No.1’; nuestra fuerte protagonista de esta historia que cautivó al Quijote durante su danza.
Así el ‘Quijote’ coronó la noche con las múltiples complicadas cargadas de nuestros protagonistas, que se robaban aplausos y vociferaciones del público impresionado por la habilidad de los bailarines. Además de que, entre actos, los aplausos se interrumpían solamente por el inicio de la música.
“¡Bravo!”, se escuchaba en el lleno Auditorio Cívico, mientras que la protagonista de la última obra cargaba triunfante un ramo de rosas.