Morena y sus aliados terminaron cerrando las puertas a las mujeres transgénero cuando venían ganando espacios político-electorales.
El Legislativo tiene a las dos primeras representantes de ese grupo de la sociedad en la historia en la actual Legislatura de la Cámara de Diputados, pero después de los escándalos en los que Sandra Luévano y María Clemente estuvieron involucradas no las dejaron reelegirse a pesar de que buscaron hasta el cansancio hablar con el presidente López Obrador, Jesús Ramírez, vocero de la Presidencia, y Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, para presentarles una agenda política de trabajo para la próxima conformación de San Lázaro, pero no fueron recibidas. Tampoco se abrieron candidaturas para otras mujeres trans.
En Palacio Nacional nunca estuvieron de acuerdo con las formas de desenvolverse como diputadas dentro y fuera del Congreso. Tuvieron confrontaciones en la calle que fueron viralizadas. Se les veía actuar con violencia. Dentro del recinto se equivocaron varias veces. Una vez trataron mal al dependiente de una cafetería del interior porque a una no la atendieron con rapidez. Hay evidencias videográficas de las agresiones.
También fue reprobada la idea de una de ellas de subir material pornográfico en sus redes sociales y retar a los propios morenistas y a la clase política y social que expresó su rechazo. Todo eso más allá de las constantes confrontaciones internas con su propio coordinador parlamentario por el uso de la tribuna y el choque con la oposición.
Para muchos es lamentable que se haya cerrado esa puerta. Puede verse como un golpe al artículo 2 de la declaración Universal de los Derechos Humanos en el sentido de que toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en la misma, sin distinción por color, raza, sexo, religión, idioma, opinión política.
Sobre todo, porque fue un larguísimo camino para llegar a ser diputadas y ahora se interrumpe la posibilidad de poder fortalecer la creación de un ambiente seguro para quienes no se ajustan a las normas de género de la sociedad.
Por si fuera poco, el Tribunal Electoral acaba de rechazar un recurso de una de las diputadas trans para impedir que Gabriel Quadri y Teresa Castell, ambos del PAN, perdieran sus derechos de reelegirse por acusaciones de violencia de género al llamarles hombres vestidos de mujer a las legisladoras trans.
El resto de los partidos tampoco ha postulado a transexuales para llegar al Congreso. ¿Se equivocaron las diputadas trans en esta Legislatura? ¿O la sociedad no está preparada para aceptar esas representaciones? ¿O ambas cosas?
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UPPERCUT: Ya pasó más de un mes y el gobierno de la CDMX aún no tiene claro qué es lo que contaminó al agua de Benito Juárez de combustibles. Eso después de negar que existiera el problema y llamar a los habitantes de la demarcación hacer el uso y consumo del líquido que sigue contaminado. Es urgente que se declare estado de emergencia en tanto no se determine qué provocó la crisis.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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