Mali, la elefanta más triste del mundo, murió a los 49 años en el Zoológico de Manila,informó Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés).
El animal vivió casi toda su vida sola en el recinto y falleció por insuficiencia cardíaca, comunicó el veterinario, Heinrich Patrick Peña-Domingo.
Además, dijo que notó una serie de problemas de salud, como inflamación en los riñones y nódulos alrededor del hígado.
Mali quedó sola en el zoológico tras la muerte de otra elefanta, Shiba, en 1990.
Según los defensores de los derechos de los animales, la vida de Mali no puede considerarse sencilla.
Nació en Sri Lanka entre 1974 y 1980, pero quedó huérfana en la infancia, ya que la madre murió por causas naturales.
Vivió un tiempo en el Orfanato de Elefantes Pinnawala, un instituto de conservación y cría en cautiverio en Kegalle.
La elefanta fue rescatada y albergada en el Zoológico de Manila para entregarla a Imelda Marcos, primera dama de Filipinas.
Inicialmente, la elefanta compartió recinto con Shiba, pero ambos animales tuvieron problemas de convivencia. Como resultado, Shiba atacó a Mali. La situación de Mali desencadenó una oleada de solicitudes de activistas que se manifestaron para trasladarla a una reserva de elefantes en Tailandia.
Sin embargo, después de la muerte de Shiba, Mali quedó efectivamente sola y así, en soledad y dolencias, pasó el resto de sus días.
Información de Actualidad RT