Tal vez haya transformación en otras áreas, pero donde no se ha modificado nada es en el régimen de los partidos políticos en México.
Tal vez hay austeridad en otras entidades públicas y hay grandes recortes presupuestales en el poder judicial y en los organismos autónomos, pero donde no hay austeridad, ni recortes presupuestales es en los partidos políticos. Al contrario, para los partidos políticos, el año electoral es de jauja y de grandes financiamientos. A los partidos políticos les lloverá dinero para las elecciones de 2024.
Revisemos cuánto dinero van a recibir los partidos en este año y lo que nos espera a los ciudadanos que seremos acosados por su publicidad.
El financiamiento federal
Primeramente, el financiamiento destinado a los partidos crece de forma automática conforme aumenta el padrón electoral. La bolsa destinada al financiamiento federal de los partidos se calcula multiplicando el número de electores inscritos en el padrón por el 65% de la UMA (Unidad de Medida y Actualización que antes era el salario mínimo y que este año es 103.71 pesos). Actualmente en México están registrados cerca de 99 millones de electores.
Esta bolsa se distribuye entre los siete partidos nacionales registrados: un 30% se distribuye de manera equitativa y el restante 70% proporcional al número de votos recibidos en la última elección de diputados. Además, en año electoral se les da un 50% adicional. A lo anterior agréguele otra cantidad para capacitación más unos milloncitos para pagar gastos de correo y telégrafo (lo cual es totalmente anacrónico en la actualidad).
Si mis cálculos no fallan, la bolsa federal que se va a distribuir a los partidos para el año electoral 2024 es de 13 mil 616 millones de pesos.
De esta cantidad, en porcentajes redondos, el 46% se va para Morena y sus aliados, el 44% para los partidos del Frente Amplio por México (PAN, PRI y PRD) y 10% para Movimiento Ciudadano. De manera individual, el partido más beneficiado es Morena, que recibirá mil 23 millones de pesos.
Con estas cifras podemos ver que los partidos políticos siguen siendo los grandes privilegiados del sistema político mexicano. Todo esto de manera automática con los impuestos y contribuciones que pagamos los mexicanos.
El financiamiento estatal y privado
Al financiamiento anterior hay que agregar que, además, los partidos reciben también financiamiento estatal.
Todavía no se define el financiamiento que recibirán los partidos en Sonora en 2024. Pero como pista, en este año 2023 que no fue electoral, se les presupuestó un total de 140 millones de pesos para los nueve partidos existentes en el estado. Este monto aumentará considerablemente para el próximo año electoral.
Por otra parte, la ley autoriza a que los partidos y candidatos reciban aportaciones privadas por el 10% del tope de gasto establecido. Es un hecho que este financiamiento es difícil de fiscalizar y que los controles son laxos ya que se reportan al INE hasta después de las elecciones y que muchos de ellos se reciben en especie. Este financiamiento “privado” es especialmente delicado ya que es un secreto a voces que por aquí se cuela dinero del crimen organizado, así como también amenazas e incluso asesinatos de candidatos.
La promesa incumplida
El financiamiento corrompe a los partidos políticos porque prevalece sobre la voluntad ciudadana. Los vuelve entes opacos con intereses ajenos a la ciudadanía. Varios de ellos, si es que no todos, son negocios de las elites y grupos políticos.
Una de las promesas de López Obrador era reducir cuando menos a la mitad el financiamiento público a los partidos políticos. Tiene el poder político para hacerlo, pero no lo ha hecho y legalmente ya no es posible. En cambio, ha puesto todos los reflectores y presión de gobierno en ahorcar el financiamiento de los que le hacen contrapeso y no se someten a sus designios.