Anabel Hernández comentó que a través de su nuevo libro ‘Las señoras del narco, amar el infierno’, habló sobre Celeste, expareja de Arturo Beltrán Leyva y madre de su hija.
La periodista relata que la mujer expone su vida primero y cómo fue una de las parejas del capo y después habla de otras exnovias, como Galilea Montijo.
Anabel Hernández asegura que tanto Celeste como otros hombres que eran trabajadores de Arturo vieron a Galilea.
“No sólo Celeste las vio, hubo todo un grupo de criminales, porque todas estas mujeres iban a Acapulco a visitar al capo o a una casa cercana a Perisur, que era el nidito de amor de Arturo Beltrán Leyva”.
La escritora afirma que el libro lo hizo con mucho cuidado: “El testimonio está crudo y sin censura porque era necesario explicar hasta qué nivel estas mujeres alimentan a la bestia”.
“A Galilea Montijo dicen que le pagaba hasta 200 mil dólares al mes al inicio por su compañía emotiva y sexual, a tal grado que los propios sicarios y lugartenientes de Arturo Beltrán Leyva estaban enojados, les parecía indignante…
Se sentían ofendidos porque le pagaban mucho dinero a una mujer que no arriesgaba la vida por él y a ellos les pagaba menos”, mencionó Anabel.
De acuerdo con el testimonio de Celeste, la relación entre Montijo y el líder criminal inició a mediados de 2004.
“Galilea era todo el tipo de Arturo Beltrán Leyva, no era el top, pero sí era su tipo. Le gustaban morenas de piel, de rasgos muy mexicanos. Yo la vi con Arturo”.
La mujer narró que entre 2004 y 2005, Beltrán Leyva se comunicó con ella para decirle que necesitaba una casa en La Condesa Acapulco y le comentaron que éste llegaría con una conductora.
“Ahí vi perfectamente a Galilea… Llevaba un enterizo, un jumpsuit de flores de colores, se veía muy exuberante”, dijo Celeste, quien una vez que pudo hablar con el capo, él le dio más detalles de lo que sucedía.
“Me puse a platicar con Arturo y me dijo: ‘No, pues ya la tengo de planta’, refiriéndose a Montijo… Entré a la recámara y ahí estaban las cosas de ella. ‘Ah, cabrón, ya tenemos matrimonio. ¿Y pa’ cuándo el anillo?’, le dije. Pero sin celos, más bien como broma. ‘No, pues ya somos novios’, me respondió”, se puede leer en el material.
De acuerdo con Celeste, la llegada de Galilea causó incomodidad en sus allegados, debido a las exorbitantes cantidades de dinero que le daba.
“Empezó dándole 200 mil dólares en nómina. En nómina significa que se los daba mensualmente, como a su esposa, aunque a ella le daba mucho más… pero a lo que me refiero es que le daba dinero para sus gastos como si fuera su esposa”, señala.
Según Celeste, una persona conocida como ‘El Ghost’ era quien le llevaba el dinero a Galilea en la Ciudad de México.
Información de Radio Fórmula