Por Jesús García
Los Ángeles, 11 de abril (La Opinión).- Cinco nuevas acciones definen la nueva estrategia del Gobierno del Presidente Joe Biden en contra del tráfico de fentanilo, que incluye planes para evitar la distribución de precursores y la venta en del producto final en Estados Unidos, así como el lavado de dinero a través de empresas legalmente establecidas.
“Este enfoque se basa en la Estrategia Nacional de Control de Drogas del Presidente y ayuda a cumplir con su llamado sobre el Estado de la Unión para vencer la epidemia de sobredosis y opioides”, indica la estrategia adelantada a este diario. “Se estarán tomando medidas enérgicas contra la producción, venta y tráfico de fentanilo ilícito”.
La Administración Biden reconoce que actualmente las drogas responsables de matar a más estadounidenses son los opioides sintéticos ilícitos, como el fentanilo y sus análogos, los cuales son más fáciles de producir y transportar, pero también más letales, en combinación con otras drogas.
“La naturaleza de estas drogas y su facilidad de acceso y potencia presentan una amenaza para la seguridad nacional, la seguridad y la salud públicas”, indicó la Casa Blanca.
El nuevo enfoque reconoce que las organizaciones criminales están utilizando las redes legales de comercialización para distribuir la droga, desde sus precursores hasta las pastillas.
“Si bien las viejas estructuras de tráfico aún existen, los productores y traficantes de estas drogas sintéticas ilícitas, ahora explotan regularmente las redes de distribución comerciales globales legales para sostener y mejorar su negocio ilícito”, se reconoce.
Parte de la estrategia es reforzar la prevención, reducción de daños, tratamiento y recuperación de las personas con adicciones, esto a través de una coordinación con gobiernos locales y estatales.
Sin embargo, también se aumentará la cooperación con el sector privado, además de acciones de aplicación de la ley para incautar las drogas.