Hermosillo, Sonora. 21 de diciembre de 2022.- En 1984 nació en la Universidad Estatal de Sonora una licenciatura que ha logrado generar fuertes vínculos entre los alumnos y el medio ambiente, pero también entre estos y la sociedad.
La licenciatura en Ecología surgió por la necesidad de atender problemas que desde hace 38 años ya se consideraban importantes: la deforestación, la contaminación del suelo, del agua, la crisis climática que persiste hasta el momento.
Maribel Payanes Murrieta, profesora investigadora de este programa en la Universidad Estatal de Sonora, compartió que se trabaja en diferentes ejes y se busca también llegar a los ciudadanos para que desde aquí se comprendan las problemáticas y se busquen soluciones.
“Desde entonces y hasta este momento nos hemos dedicado a la investigación en el tema medioambiental y tocamos tres áreas generales: recursos naturales, donde vemos toda la parte de la zoología, estudios de las plantas, los microorganismos, cómo se restauran y se conservan los ecosistemas y otras materias que tienen que ver con el medio acuático.
Luego pasamos a las ciencias ambientales, donde se exploran los temas de contaminación de agua, aire, suelo, por empresas, cómo resolver los problemas y la parte de la legislación también está dentro de esa área”.
Agregó, “terminamos con el tema de la ecología social, donde hacemos este acercamiento con las comunidades para difundir ciencia y la vinculación para generar desde la misma sociedad la propuesta de mejoras para sus ecosistemas”.
Para llegar a la sociedad, en la institución cuentan con diferentes clubes que realizan diversas actividades como la limpieza en espacios públicos, recolección de material para reciclar, algunas otras con fines de ayuda social; entre los clubes más importantes, está el ACTUES.
“Los chicos hacen educación ambiental y esa es nuestra misión: llevar lo que ellos aprenden dentro de nuestras carreras, y de otras no solo de Ecología, y lo llevan a la sociedad, lo comunican a manera de dinámicas, de juegos.
Hemos participado en muchos concursos y hacemos muchas cosas durante el semestre, pero no es el único club y están presentes también el de micología, botánica, vertebrados, ecología marina, artrópodos, algunos que se han formado a partir de los chicos que han participado en el ACTUES y que generan liderazgo”.
Aunque se puede creer que los jóvenes cada vez están menos interesados en temas ambientales, la realidad es otra, y es que programas educativos como este ayudan a medir, de cierta manera, qué tanto los y las estudiantes buscan acercarse más a los problemas que aquejan a la sociedad.
“Cada vez más. En general nuestra carrera busca a estudiantes muy específicos: aquellos estudiantes a los que les gusta el ambiente, que disfrutan de una visita al campo y acampar, les preocupan los problemas como el cambio climático, la basura, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, el trato a los animales.
Son personas muy específicas para el área y una vez que ingresan al programa educativo, se apropian de él, les gusta mucho y creo que cada vez hay más interés”.
La integración de programas educativos relacionados al medio ambiente es cada vez más necesaria en Sonora, porque permite conocer la situación real y profundizar, no solo con los estudiantes sino con toda la sociedad, y buscar soluciones cuando aún estamos a tiempo.