Hermosillo, Sonora.- Un carpintero amante de los perros vio mucho material sobrante en su taller y lo reutilizó haciendo casas para mascotas.
Esta actividad que inició hace 10 años como un hobbie, se convirtió en la fuente principal de ingreso de Don “M”, pues ha construido más de 800 casas en solo una temporada de invierno.
Don “M”, quien decidió mantenerse en anonimato, se convirtió en una figura reconocida dentro del gremio de activistas animaleros de Hermosillo, pues en repetidas ocasiones ha donado casas para que los mismos rescatistas puedan hacer rifas y recaudar fondos para seguir ayudando a más perros en situación de calle o maltratados.
El despunte de este negocio fue alrededor de 2013, cuando un cliente que adquirió una de las casas de madera y publicó una fotografía en Facebook, sin embargo, Don “M”, asegura que esta no era una prioridad para él.
“Había mucho material ahí en el taller y para no tirarlo dije: ‘bueno, pues voy a hacer unas casitas’. Y las ponía en el jardín como cosa perdida. Duraban como 2-3 semanas ahí y se vendían, pero no era prioritario para mí, solo era con el afán de no desperdiciar material y reutilizarlo”, compartió el carpintero.
A raíz de esa publicación, el hombre de entonces 53 años de edad, comenzó a recibir muchos pedidos personalizados.
Él maneja tres medidas estándar para perros chicos, medianos y grandes, pero es tanta su creatividad que algunos clientes le han hecho pedidos especiales como adaptarles refrigeración en casas de dos metros, con terraza o porche.
“Cuando empieza la temporada -de frío- yo me dedico cien por ciento a las casitas y no me distraigo con nada más. Disfruto mucho porque yo soy perrófilo, soy amante de los perros”, aseguró Don “M”.
Y además de contar con un ayudante en su taller, Don “M” cuenta con un departamento de control de calidad a cargo de su perro “papito”, un French de siete años y medio que inspecciona la comodidad de cada construcción.
Son cientos de casas de tarima que Don “M” ha vendido desde hace 10 años en Hermosillo.
Mencionó que hace alrededor de 4 o 5 años, cuando hubo temperaturas muy bajas en Hermosillo, fabricó 800 casas de noviembre a abril, ya que es en esa temporada cuando más se venden, sin embargo, a diferencia de otros carpinteros, él hace pedidos durante todo el año.
“En esta temporada es cuando más se venden, pero a diferencia de otras personas yo no las hago por temporada, yo vendo todo el año.
En una casita de madera hemos medido la temperatura directa al sol del verano, 45 grados a la intemperie y dentro de la casita hay ocho grados menos, es una gran ayuda para un perro que está en el patio y no tiene donde refugiarse del sol”, dijo Don “M”.
El amor que el hombre de 63 años le tiene a los animales, sobre todo a los perros, es la pieza clave para que su proyecto que inició como un pasatiempo, se mantenga vigente a la fecha y reciba pedidos todos los meses del año.
“Si vas a tener un perro, hazte cargo de él. No vivimos en una región del país donde el clima sea benigno, el clima es extremo.
El frío desértico duele y el verano es criminal. Si tienes un perro en tu patio, dale lo mínimo. Hay que corresponder la fidelidad y el amor del perro”, finalizó el carpintero.