La primera vez que escuché hablar de las hormigas mieleras (que producen miel), fue el fin de semana que visitamos el Centro Ecológico de Hermosillo, en donde me llamó mucho la atención en nuestro recorrido conocerlas, en verdad que al momento que me las nombraron inmediatamente sentí el interés de investigar más sobre ellas.
Les comparto que estas hormigas son conocidas como hormigas de miel, y se caracterizan por su capacidad de almacenar néctar en su abdomen. Su nombre científico es Myrmecystus mexicanus. Estas se encuentran en las regiones secas y cálidas del planeta, donde las necesidades de comida fresca no siempre pueden satisfacerse, especialmente en México.
Dentro de la sociedad de estas hormigas, existe un grupo conocido como “repletas”. Estas tienen abdómenes enormes que se estiran fácilmente. Las “repletas” consumen mucha “ligamaza” (sustancia compuesta por glucosa y fructuosa), que almacenan en sus cuerpos para uso futuro del resto de la colonia. También han sido llamadas “tanques de almacenamiento vivientes”.
Estas hormigas hinchan su abdomen con el néctar, llegando a expandirse hasta 2 cm cuando se carga de miel, adicional a esta maravilla que logran realizar, dicha miel sirve para alimentar a otras hormigas. Esta especie no solo sirve de almacenamiento de miel, si no también algunas de ellas almacenan líquidos, grasa corporal, el líquido de sus presas o insectos que le traen las otras obreras.
Las mieleras nunca salen en el día, prefieren salir hasta que las temperaturas empiezan a bajar, estas viven de 25 a 40 centímetros bajo tierra. Su cuerpo es de color amarillo-dorado, y sus huevos son blancos. Se comunican entre sí por medio de feromonas y del tacto.
Se comenta que para extraer dicha miel se debe tomar de la cabeza o el cuerpo y se exprime la burbuja dentro de la boca, para así extraer el líquido, que tiene un sabor parecido al vino. Asimismo, se menciona que estas mieleras presentan vientres con cuatro tonalidades, que al degustarlos pudieron ser relacionados con los siguientes sabores agradables al paladar: color ámbar (sabor a tepache), un color intermedio (sabor a vino tinto), una más oscura (sabor a vino tinto fuerte), y las de vientre gris conocidas como “pulque” (sabor insípido).
Cuando el abdomen de la hormiga se exprime para extraer el néctar, esta puede correr con dos suertes. Si lo anterior se realiza cerca del hormiguero, la hormiga puede ser devuelta al mismo y se regenerará pudiendo sobrevivir. En cambio, si la hormiga es colectada y transportada para su comercialización, una vez que se le extrae le néctar la hormiga morirá.
Esta especie de hormiga ya no se encuentra tanto por el uso de agroquímicos en los cultivos, ya que es una de la principal causa de su escasez. Como ven es una maravillosa especie digna de nuestro País y su miel la utilizan desde la época prehispánica.
¿Conocías de su existencia en México?
Lic. Pamela Ibarra
Presidenta de Cultura Verde Amor por el Planeta A.C.