Por Alejandro González
Estudiantes ucranianos celebraron su baile de graduación en su escuela secundaria bombardeada, mientras Rusia intensifica su ofensiva en el este del país.
Bailaron en una cancha de baloncesto frente a las ruinas, mientras tropas fuertemente armadas observaban.
En una impactante imagen de esperanza y resiliencia, Valeria Kobzeva, de 16 años, posó con un vestido rojo entre los escombros de la Escuela Número 134.
Valeria dijo que la actuación de los alumnos en el norte de Járkov fue “el baile de despedida más triste”.
“Las chicas estaban eligiendo vestidos y estaban emocionadas de que todas estuvieran muy hermosas el día del baile de graduación”, recordó. “Pero llegó el mundo ruso y arruinó todos nuestros planes que habíamos soñado”.
La alumna Nastia Maloshtanova, de 17 años, dijo: “Se suponía que nos graduaríamos con una gran fiesta y nos habíamos estado preparando durante mucho tiempo. Entonces, en un instante, toda nuestra escuela desapareció. El lugar donde aprendimos, donde jugamos, todos los rincones habían desaparecido.
“Realmente amamos nuestra escuela. Es difícil describir lo tristes y enojados que nos sentimos bailando”, manifestó.
Sin embargo, ella insistió en que la escuela, donde estudiaban 900 alumnos, sería reconstruida, y agregó: “Ucrania ganará la guerra”.
La profesora de danza Natalia Oleynik dijo que la actuación “pasará a la historia” y era una prueba del espíritu inquebrantable de Ucrania.
El destacado autor infantil ucraniano Andrei Kurkov informó que 111 escuelas habían sido destruidas, más de una por día desde que Vladimir Putin lanzó su ataque el 24 de febrero.
La escuela No. 134 quedó reducida a un caparazón cuando las fuerzas rusas irrumpieron en la ciudad en el cuarto día de guerra.
Nastia huyó de la ciudad tres días antes, pero se unió a cientos de lugareños que regresaron el mes pasado después de que las tropas rusas se vieran obligadas a retirarse.
La ciudad enfrentó ayer un nuevo bombardeo de misiles rusos, pero lo peor se desató más al este en las ciudades clave del campo de batalla de Severodonetsk y Lysychansk.
El presidente Volódimir Zelensky insistió en que sus fuerzas estaban “manteniéndose firmes” en las ciudades clave de Donbás, pero señaló que “continúan las luchas callejeras feroces”.
El mandatario prometió repeler a los soldados rusos de cada centímetro del territorio ucraniano.
Por otra parte, el juicio contra dos combatientes británicos capturados en Mariúpol comenzó ayer en medio de temores de que se enfrenten a la pena de muerte.
Aidan Aislin, de 28 años, y Shaun Pinner, de 48, aparecieron en una jaula en un tribunal respaldado por Rusia en Donetsk acusados de tomar y mantener el poder por la fuerza y “actividades mercenarias”.
Con información de La Opinión