Por Karla Acosta
Nací en las calles; todos los días recibía gritos, insultos, golpes o me arrojaban agua para ahuyentarme aunque yo no hacía daño a nadie. Nunca recibí un nombre. Recuerdo que mi mamá salió a buscar comida para mí y mis hermanos, pero no volvió. Quizás nos abandonó.
¡Hola, soy una perrita callejera!
He recorrido las colonias de Hermosillo en busca de agua, alimento, un refugio para los días lluviosos y sombra cuando el Sol está en el punto más alto y calentaba el suelo.
Cuando caminaba de un lugar a otro, me encontré a perros crueles conmigo. Yo no pedí nacer en ese ambiente; nunca me esterilizaron. Jaurías enteras me perseguían cuando entraba en celo y así tuve varias camadas de perritos.
Desde hace unos meses llegué a vivir al bulevar López Portillo y avenida Olivares. Ahí hay una casa abandonada donde me refugié.
Conocí a los perros vecinos y tuve dos camadas más: una fue en los primeros meses de 2021. Por el lugar caminaban personas buenas quienes me daban de comer o compraban croquetas en una tienda y para amamantar a mis cachorros que, por desgracia, la mayoría murieron atropellados porque esa calle es muy transitada.
La señora Concepción Mariñez adoptó a uno de mis hijos y le cambió la vida; le dio todo lo que yo no podía ofrecer. A los meses volví a entrar en celo y me embaracé, a finales de julio tuve otra camada, pero sé que ellos tendrán un mejor futuro.
Septiembre 26, 2021:
Doña Toñita Sánchez llegó por mis bebés y se los llevó lejos de mí. Me quedé sola con otras dos perras grandes, una de ellas es mi hija. Mis mamas están hinchadas llenas de leche y me duelen.
Septiembre 27, 2021:
Llegó un señor en una patrulla de rescate, me dió comida a mí y a mis amigas, pero bajó de su carro una jaula grande con comida y entré rápidamente a comer, pero me encerró.
Nos llevó a un lugar extraño, lejos de donde vivíamos. Para mi sorpresa me reencontré con mis cachorritos. Me extrañaban y yo a ellos. Inmediatamente se acercaron a mí y comenzaron a tomar leche, la necesitan porque apenas tienen dos meses.
Las personas que nos rescataron, David Rodríguez de Rescate Animal; Andrés García quien nos dió el refugio temporal y doña Toñita quien hizo el reporte, han sido muy buenas con nosotros. En el lugar hay más perritos deseosos por ser adoptados.
Yo estoy en espera de mi esterilización para regresar a las calles, pero mis bebés serán castrados y luego dados en adopción para que tengan un hogar lleno de amor donde los cuiden.
La importancia de esterilizar
Es recomendable esterilizar a los animales de compañía y callejeros antes de los seis meses de vida para evitar la sobrepoblación y problemas de salud pública. Así evitaremos más historias como esta.