Hermosillo, Sonora.- Para darle visibilidad a los trabajadores sociales, colaboradores de diversas instancias de gobierno organizaron por segunda ocasión caravana en conmemoración del 21 agosto, ‘Día Nacional del Trabajador Social’.
Hernán Esquer, uno de los organizadores de la caravana, agregó que este año también se busca recaudar útiles escolares para alumnos del internado ‘Coronel J. Cruz Gálvez’.
“El objetivo de esta caravana es que nuestra sociedad nos conozca un poquito más, somos parte de una de las profesiones que día a día se encuentra trabajando en los hospitales, en las escuelas, en los centros penitenciarios, en las instituciones asistenciales y con esto del Covid somos de los humanistas que se encuentran activos trabajando para apoyar a quién lo necesite”, dijo.
En esta actividad participaron compañeros del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) de Sonora, del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso), del grupo de Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (Usaer), de la Procuraduría del Adulto Mayor, del Hospital Infantil del Estado de Sonora (HIES), del Hospital de la Mujer, del instituto del Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
Josefina Figueroa Ortiz, trabajadora social y jefa del departamento de Trabajo Social del Hospital ‘Fernando Carranza’ del Issste en Hermosillo, compartió que en esta celebración por adelantado buscan festejar ayudando, para esto se reunieron útiles escolares en beneficio de niños y niñas en situación vulnerable.
“Esta es una de nuestras características como trabajadores sociales, la gestión de recursos para los grupos vulnerables, y queremos seguir ayudando con la causa”, expresó.
En esta ocasión, detalló Josefina, la recaudación de útiles escolares se hizo por parte de los colaboradores de los departamentos de trabajo social de las diferentes unidades de salud, así como por parte de otros colegas que atienden las instituciones de trabajo social de otras instancias.
Figueroa Ortiz, aclaró que cada dependencia hizo una donación de cuadernos, lápices, plumas, colores, libros, cuentos, entre otras cosas y en cada uno de los carros participantes de la caravana se guardó una sorpresa para entregarse al final del recorrido en el internado.