Cada 26 de Julio se conmemora el Día Internacional de la Defensa del Ecosistema Manglar, es de suma importancia reflexionar sobre su importancia en nuestro planeta y sobre la gran desaparición que están teniendo estos actores tan importantes en las costas.
Los manglares se encuentran en el límite entre la tierra y el mar; estos ecosistemas nacen del contacto entre dos ambientes muy distintos –el terrestre y el marino–, constituyendo así uno de los hábitats más valiosos del planeta.
Estos ecosistemas contribuyen al bienestar, a la seguridad alimentaria y a la protección de las comunidades costeras de todo el mundo, además, mantienen una rica biodiversidad y proporcionan un valioso hábitat de cría para un gran número de especies.
En México, los manglares representan el 6% del total mundial y colocan a nuestro país en el cuarto lugar de los países que poseen este ecosistema, tan solo por debajo de Indonesia, Australia y Brasil (Simard, 2019).
Según CONABIO, Los manglares están presentes en 17 Estados de nuestro País. La evaluación más reciente arrojó una superficie de 905 mil 086 hectáreas de manglares en México.
En Sonora contamos con algunos de ellos, sin embargo, mencionaré solo a uno de ellos, este se encuentra en Moroncárit municipio de Huatabampo, es un lugar tan bello, en el cuál se refugian aves de todas vistas y tamaños; permitiendo la captura de maravillosas imágenes de la flora y fauna que caracterizan a la región.
Este tipo de manglares nos brinda a la humanidad una cantidad importante de servicios ambientales, algunos de ellos son:
Según UNESCO, Una hectárea de manglar puede almacenar 3.754 toneladas de carbono; es el equivalente a sacar de la carretera a más de 2.650 coches durante un año. Esto los convierte en una solución natural en la lucha contra el cambio climático.
Los manglares actúan como una defensa costera natural contra las mareas de tormenta, los tsunamis, el aumento del nivel del mar y la erosión.
Ayuda a estabilizar los climas locales.
Es por ello, tan necesario cuidarlos y protegerlos de la contaminación, deforestación y de la descarga de residuos en estas zonas.
Lic. Pamela Ibarra Dávila
Docente y Presidenta de Cultura Verde Amor por el Planeta A.C