Muy interesante es revisar como se vive en los demás reinos, como salen adelante y como continúan sus ciclos de vida, su supervivencia los minerales, vegetales y animales.
Recientemente tuvimos la fortuna de adquirir una planta que impresiona por su sabiduría, la cual nos muestra claramente el nivel de conocimiento que ha desarrollado de su entorno, como conoce la circunstancia en donde se encuentra, conoce su realidad y también como ha logrado evolucionar en ella.
con ese dominio que tiene sobre la circunstancia, significa que esta en su centro, en su nivel evolutivo sabe que hay momento para abrirse y momento para mantenerse cerrada.
Y cuando se abre sale por lo que necesita: que es tomar el sol, para que cubra todos sus procesos asociados a la luz natural y se cierra antes que esa misma luz solar le haga daño, antes que la temperatura ambiental la perjudique.
Entonces, sale por lo que quiere, sale por lo que necesita y regresa a su condición sin alterarse, sin alterar su ritmo, sin alterar su esencia.
Pero eso si, en el tiempo que sale hace, atrae, muestra lo mejor de sí a los demás.
Convive con los demás, llegan las abejas por ejemplo, ejecuta el proceso para el que esta diseñado una flor y comparte lo mejor de sí.
Así que nos da una gran enseñanza, si tenemos que mantenernos cerrados por el ambiente, por la circunstancia, por la situación actual nos tenemos que mantener resguardados, hagámoslo de manera consciente y preparémonos para el tiempo en que nos toca mostrarnos.
Salir y regresar sin añoranzas, sin ataduras, sin sufrimiento, que hay tiempo para salir y tiempo para guardarse.
Como decía un querido y admirado Maestro José Marcelli Noli de quien conservo grandes enseñanzas: mantengámonos en el centro y de ahí nada nos mueve, ni nos hace daño. “Desde nuestro centro no hay sufrimiento, hay experiencias”.