Hermosillo, Sonora.- De un trozo de tela, Verónica y Gabriela Cárdenas crean una prenda. Usan cuidadosamente el textil de tal forma que casi no sobre. De lo que queda, hacen accesorios para el cabello y, lo más mínimo que resulta de las fibras, es triturado para hacer relleno para cojines. ¿Qué se desperdició? Absolutamente nada.
Este es el nuevo proceso de trabajo de “Las Cárdenas”, un par de hermanas hermosillenses que crean moda con un toque de arte y enfoque sostenible, como alternativa al “fast fashion” o la moda rápida que contamina por su producción masiva.
Vero es diseñadora de modas y Gaby es artista plástica. Además de sus líneas de ropa pintada a mano y confeccionada localmente, juntas transforman pantalones viejos en arte con impacto positivo: crean piezas únicas, desde chamarras, faldas, bolsos y artículos para el hogar con detalles artesanales como flores, aves y el desierto, trazados con pintura.
“Lo que hacemos es la parte opuesta al fast fashion que conocemos hoy en día”, explicó Vero, “se dicen muchas cosas: que es contaminante, que hay explotación laboral… todo lo que ya vemos en redes sociales y es la propuesta a eso, que sean procesos de elaboración lenta, que se respeten todas las áreas que intervienen en el proceso, que sean remuneradas de manera correcta y, muy recientemente, incluyo, la parte de la sostenibilidad: cuando haces moda lenta, te encaminas al desarrollo sostenible”.
Esto implica contemplar, primero, el cuidado del medio ambiente, explicó. Después, que el trabajo sea remunerado para las partes que intervienen en la elaboración de las prendas y que se cumpla con la parte social, como otorgar prestaciones de ley a las y los trabajadores, además de involucrar a la empresa en alguna actividad que beneficie a la sociedad.
Después de verse obligadas a cerrar su primera tienda por la pandemia de covid-19, Vero y Gaby regresaron: ahora tienen una tienda pequeña pero muy colorida y acogedora en la colonia Loma Linda.
Al entrar, después de ver el mostrador enfrente, la mirada se dirige de inmediato hacia la pared derecha, donde las hermanas aparecen en un mural pintado por Gaby, la artista. En la obra, ambas están abrazadas y sonrientes, mientras la diseñadora tiene una cinta métrica colgada detrás del cuello y, la pintora, un juego de pinceles en la mano.
Sobre ellas, aparece un globo terráqueo con la frase “Slow fashion zone” -o “Zona de moda lenta”, en español- y las manos de ambas a punto de tocarse con los dedos índices, emulando “La creación de Adán”, de Miguel Ángel.
“Se dice mucho que la materia prima más verde es la que ya existe”, explicó Gaby, “ya está en el mundo, hay que aprovecharla y evitar que se vaya a la basura”.
Por eso crearon la línea de ropa Matusalén, con mezclilla reutilizada dentro del concepto de “upcycling”, es decir, mejorando las prendas que ya se poseen para crear un producto de mayor calidad o valor que el original. Ellas empezaron con un pantalón viejo de su papá durante la cuarentena y la primera pieza que crearon fue una chamarra.
“Ahí ya estás creando un impacto positivo porque, desde que ves la prenda, la verdad, es súper mágica”, continuó Gaby, “porque, ya con que tenga pintura, estás impactando positivamente a la persona que la recibe, pero aparte también el rescatar ropa que se pudiera haber ido a la basura y que provoca muchos gases invernadero y demás, ese es el impacto positivo. Otro muy nuevo, es que acabamos de lanzar nuestra pequeña colección de ropa ‘Florecer’ y está hecha con tela cien por ciento mexicana, eso también contribuye”.
En pocas palabras, ambas se describen a sí mismas de la siguiente forma: Verónica, de 33 años, es el hemisferio lógico del cerebro: estudió Finanzas, Economía, una certificación en Moda Sostenible y está por ingresar a la licenciatura en Sustentabilidad en la Universidad de Sonora. Gaby, de 35 años, se autonombra el hemisferio creativo del cerebro: estudió Mercadotecnia y pinta desde que tiene siete años, de forma autodidacta y en talleres artísticos. Además de hermanas, son mejores amigas, viven juntas y son cómplices en todo.
Gran parte de lo que saben es una combinación de los saberes de sus abuelas -Esther y Elisa-, su mamá Gabriela Fragoso y su tía Elisa Fragoso, quienes, en algún momento de sus vidas, estuvieron involucradas con la costura. De hecho, mamá Gabriela y la tía Licha colaboran actualmente con “Las Cárdenas” con tejidos y la confección de las prendas.
Sobre el mostrador de la tienda de “Las Cárdenas”, tienen una antiquísima máquina de coser hecha de hierro, pesada y de color negro. Era de Esther, su abuelita paterna.
“Tiene más de cien años”, cuentan juntas, “para ella, en ese entonces, ya era una antigüedad… nuestra abuela quedó viuda a los 48 años y con siete hijos y, con esa máquina, los sacó adelante a todos”.
Debajo del mural de las hermanas hay un asiento que resulta curioso por su colorido y, precisamente, así es como lo nombraron: “La silla curiosa”, bajo el eslogan “El arte de inspirar”.
Este objeto se convirtió en un proyecto alternativo donde, cada tanto, invitan a alguien para que se siente y cuente su historia. La silla curiosa tuvo tanto impacto que, cada que alguien se sienta, “nomina” a alguien más y han generado una “cadena de inspiración” con decenas de personas hablando en transmisiones por Facebook e Instagram.
“Siempre decimos que todos, desde donde nos encontramos, podemos causar un impacto positivo”, concluyó Gaby, “entonces todo empieza con querer hacerlo, aquí te vas a encontrar un lugar lleno de arte y, si estás buscando esa cosita especial, te puedo asegurar que aquí lo vas a encontrar y no lo vas a encontrar igual, por el hecho de que tiene una pintura que conectó contigo, las prendas son únicas”.
“Las Cárdenas” tienen una promoción dentro de la línea Matusalén: si deseas adquirir una pieza, pero tienes de uno a tres pantalones de mezclilla, mayormente de algodón y que ya no uses, puedes canjearlos por descuentos del 5 al 15% en tu compra.
Para conocer más sobre este proyecto, puedes visitar @las_cardenas en Instagram y TikTok y también en Facebook @lascardenas.mx.
Puedes visitar la tienda física de “Las Cárdenas” en Ignacio Hernández #87, colonia Loma Linda, entre bulevar Morelos y Gómez Farías.
