Columna Y sin embargo
¿Cómo vería usted que el cambio de rector de la universidad trajera consigo el cambio de la mayoría de los profesores de las diferentes carreras? ¿O que los puestos de profesores fueran por solo los cuatro años que dura el rector? Es obvio que eso le restaría mucha calidad académica a la institución e impediría la profesionalización de la planta docente. Sin embargo eso es lo que sucede en el ámbito de la administración pública.
Sistema de botín y el de servicio profesional
Uno de los aspectos que más contrasta entre los países más desarrollados, como Inglaterra, Alemania, Francia o Estados Unidos, y los países en desarrollo, como México, es el sistema de botín en la administración pública.
En los países desarrollados, existe una capa intermedia de nivel directivo de la administración pública, conocida como servicio civil de carrera (cuyo nombre surgió como contraste con la carrera militar), en la que el personal es reclutado por medio de concursos abiertos y se apoya la profesionalización y la permanencia en el puesto. Esto es una de las bases de la capacidad y fortaleza del Estado.
En cambio, en los países menos desarrollados, el poder del gobernante para hacer cambios en la administración pública abarca toda la administración pública, a la que considera como su patrimonio. Con el mero criterio del afecto y lealtad, se recluta a ineptos que llegan a aprender y a resolver su situación económica. Esto es una inmensa fuente de corrupción y una de las causas del gran atraso de muchos sectores de la administración pública.
La situación del personal profesional público en Sonora
En México ha habido ciertamente avances, a nivel federal, en la implantación de un servicio profesional de carrera. Éste se inició en 2003 como una necesidad de la transición democrática y la alternancia en el poder. Existe de manera más o menos funcional en el ejército, en el servicio exterior, en servicio profesional electoral del INE, en el sistema judicial federal, en el servicio fiscal de carrera del SAT y no sé si todavía exista la carrera magisterial en el sistema educativo ahora que ya no hay evaluación.
Sin embargo, fuera de estos sectores selectos de la administración pública federal, sobre todo en los ámbitos estatal y municipal, lo que prevalece es el sistema de botín.
En Sonora la situación es de “sálvese quien pueda”; no es extraño que cada cambio de gobierno traiga consigo la remoción del personal de nivel técnico profesional y la designación de una nueva camada de funcionarios que llega a a prender y a preguntar qué es lo que hacen ahí, o peor aún que se considera autorizado para aprovecharse de los recursos de la dependencia para su provecho personal, como compensación por los servicios prestados.
Esta situación beneficia mucho a los partidos y a sus candidatos, sobre todo a aquellos que apuntan para ganar como era el caso del PRI y ahora de Morena, pero es tremendamente dañina para el país y para la calidad de vida de los ciudadanos.
Estamos acostumbrados y vemos muy normal que los candidatos en campaña van reclutando operadores y recibiendo todo tipo de solicitudes de chambas, huesos y puestos públicos que luego, si resultan ganadores, repartirán a discreción. Esos mismos buscadores de chambas resultan ser los más propensos a las campañas negras, a las trampas electorales y a la corrupción en general. Para ellos es una cuestión vital entre empleo o desempleo, es de vida o muerte.
La sociedad mexicana ya está madura para que esta situación comience a cambiar. Célida López tuvo buena aceptación en el 2018 porque ofreció reclutar y seleccionar profesionalmente a puestos clave de su administración. Sin embargo, es el nivel medio el que requiere ser profesionalizado y protegido de los vaivenes políticos.
¿No será tiempo de que, aunque no favorezca a sus partidos y campañas, los candidatos a gobernador se comprometan a establecer el servicio profesional a nivel estatal y municipal?
Nicolás Pineda