Sahuaripa, Sonora. Sarahí Acedo Paredes es educadora del jardín de niños “Sahuaripa”, en ese mismo municipio, imparte clases a niñas y niños de segundo y tercer grado y los recompensa cada fin de mes por su compromiso y dedicación.
La maestra se prepara con clases grabadas en video y un cuadernillo de actividades, esto para los alumnos con necesidades educativas especiales con o sin acceso a Internet y así garantiza el trabajo escolar.
“He logrado muy buena respuesta y un alto nivel de cumplimiento. Cada fin de mes voy en mi auto a la casa de mis 28 alumnos, portando careta, cubre boca, sin haber contacto directo. La evidencia tiene un valor que pueden canjear por una golosina”, explicó.
La docente está a cargo de la dirección del plantel y su trabajo representa un reto y un aprendizaje permanente, dijo, por lo que acondicionó un espacio de su casa como salón y funciona como escenario de sus clases virtuales.
“Compré un pizarroncito, adorné con vocales, figuras geométricas y el calendario, imprimí y coloqué la fotografía de mis 28 alumnos. Aquí grabo videos, es una clase, explico la actividad de manera que ellos miran a su maestra y nos ha funcionado muy bien”, dijo Acedo Paredes.
Durante el inicio del ciclo escolar utilizó diferentes plataformas, pero crear un grupo privado en Facebook fue la alternativa de comunicación más efectiva con los padres de familia.
“El objetivo es compartir actividades y videos, además de recibir evidencias. La mayoría utiliza Facebook en el celular. En la plataforma están disponibles las actividades en todo momento, para que los padres de familia accedan a ellas después de su horario laboral”, aseguró la educadora.