Columna Contra las cuerdas
Nos quedamos sin conocer cuál fue el método empleado para auditar el aeropuerto de Texcoco. David Colmenares, auditor Superior de la Federación, compareció ante diputados de la Comisión de Vigilancia para que aclarara los errores en la revisión del gasto en la cancelación del proyecto durante el primer año de gobierno de López Obrador. Solo dijo que cambió la metodología utilizada con respecto de las cuentas de años anteriores, pero no dio más detalles al argumentar que el auditor Agustín Caso, encargado de la revisión, fue separado temporalmente del cargo. Dicho de otra manera, Colmenares les vio la cara a sus jefes, los legisladores que lo llamaron a cuentas.
No dio una fecha exacta de cuándo tendría el reporte final y todos los pormenores sobre la utilización de otro mecanismo de estimación al que se hizo antes del 2019 al proyecto aeropuertuario. Fueron más dudas las que dejó Colmenares a los diputados que respuestas claras porque ni él, ni los otros dos auditores, el de Gasto Federalizado y el Especial de Cumplimiento Financiero, pudieron precisar si el método que usaron para Texcoco fue el mismo que emplearon para otras auditorías a proyectos reprobados por el propio organismo, como Dos Bocas, Tren Maya, Jóvenes Construyendo el Futuro, entre otros, que desencadenaría que pudieran salir más errores con ese pretexto.
Desafortunadamente, con su pobre comparecencia ante el Poder Legislativo, David Colmenares hundió más la credibilidad de la Auditoría Superior de la Federación porque era necesario lavar la imagen con datos precisos sobre los trabajos realizados. Estuvo en el escenario y momento crucial para la reivindicación del organismo público y aclarar las inconsistencias y el papelón que hizo después de 20 años de existencia de la institución ganada a pulso con el esfuerzo de antecesores suyos para ganarse el respeto de contra poder e independencia a base de un trabajo pulcro y de resistir todas las presiones en los últimos tres sexenios.
Lo que vimos ayer en el Congreso fue a una pobre oposición, desactivada, con la guardia abajo y sin poder hacer mucho ante su empleado Colmenares. Los legisladores del PAN, PRD, PRI y MC solo se limitaron a decir que se necesitaba la información, que el auditor Agustín Caso, al que suspendieron por su trabajo en la revisión del proyecto de Texcoco y luego por emitir un comunicado en el que reconocía errores e inconsistencias, no estaba ex exento de acudir al Palacio Legislativo y de responsabilidades, incluso, penales. Tampoco dejaron de tocar en cada una de sus participaciones las sospechas de presiones salidas desde Palacio Nacional después de que la ASF dio a conocer que el costo de cancelar la base aérea de Texcoco, era 234% superior a lo reportado por el gobierno de López Obrador.
Es el presidente de la República quien reivindica su triunfo ante la Auditoría y el Poder Legislativo, pues aunque fuese pulcro y sin fallas el resto del trabajo consistente en otras mil 400 observaciones, entre éstas a los programas insignias del gobierno de la 4T, que arrojaron desvío de recursos, malversación de fondos, irregularidades e inconsistencias, la revisión a la Cuenta Pública de 2019 queda desacreditada y hundida.
Uppercut: Francisco Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas, se une a la convocatoria de Presidencia por el Acuerdo Nacional por la Democracia y el López Obrador pide hacer público su expediente que incluye acusaciones de delincuencia organizada.